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Elda, un mes de agosto a medio gas

La localidad tiene aparcamientos libres, menos tráfico y buena parte de los comercios cerrados

Elda, un mes de agosto a medio gas

El mes de agosto deja las calles de Elda vacías. Parece una ciudad fantasma en las horas en las que el sol se deja sentir de forma más intensa: comercios cerrados, sin tráfico ni atascos, sitio para aparcar, terrazas donde elegir tomar algo... todo ventajas para los que se quedan en la ciudad.

También el pequeño comercio se toma un respiro en agosto. No ocurre lo mismo en todos los establecimientos ya que algunos con la crisis se han visto obligados a abrir en verano. Además, deben competir con las franquicias y grandes superficies que, en verano, no cuelgan el cartel de «cerrado por vacaciones». Y, a pesar de las rebajas, la incidencia de las compras se reduce a un 50%. Pese al descenso de clientes son muchos los comerciantes que se resisten a cerrar la puerta por unos días.

La estampa de aparcamientos vacíos, terrazas con apenas clientes o polígonos industriales con una merma de actividad importante no se dejó notar hasta la segunda semana del mes vacacional por excelencia pero será en ésta en la que la actividad en la ciudad descenderá al mínimo. Ya son muchos los comercios que avisan que coincidiendo con la festividad de la «Virgen de Agosto» no abrirán durante una semana.

Además del éxodo de los eldenses a sus lugares de vacaciones, la actividad de quienes permanecen en su vivienda habitual se reduce considerablemente. Si por las mañana Elda sigue activa con un trasiego de vecinos por sus arterias principales por la tarde es pura calma. La intensidad del tráfico se reduce sensiblemente.

Es tiempo para una convivencia vecinal relajada y son muchos los que alrededor de un helado discuten, sin prisa, sobre la actualidad política nacional. Son jornadas vespertinas sin el estrés del resto de los meses donde las carreras se suceden en calles abarrotadas. Y son también para ir al cine. Muchas familias eligen los días del espectador para disfrutar de la gran pantalla.

El sector de la hostelería es el que no parece descansar. En las terrazas de la calle Juan Carlos I y la Plaza Mayor se reúnen los que se han quedado en la ciudad mientras que otros vecinos se encuentran en la playa. La Costa Blanca, sobre todo Benidorm, es el destino más demandado.Un gusto que no cambia y que se mantiene a lo largo de los años. Por lo menos, una semanita, los habitantes de Elda optan por abandonar la rutina diaria y sus casas.

Por otra parte, las casas de campo diseminadas por el término municipal se encuentran llenas y reciben a amigos y familiares que quieren pasar con sus propietarios una tarde a la «orilla» de la piscina. Un relax que se acabará cuando lleguen las Fiestas Mayores y todo vuelva a la normalidad.

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