El Museo del Calzado de Elda ha incrementado esta semana sus fondos con una máquina única que ya puede contemplarse en el vestíbulo del edificio. Pesa cerca de mil kilos, fue fabricada en Alemania en el año 1919 y se utilizaba de forma manual para forrar las cajas de cartón donde se metían los zapatos antes de su transporte y venta.

La donación la ha realizado una familia de Elda que se ha dedicado, durante más de medio siglo, a elaborar cajas de cartón para las firmas más punteras del sector calzado. Se trata del conocido empresario José María González Payá y de su esposa Dolores Abellán Mompó, junto a sus hijos José Augusto y Natalia González Abellán. Todos ellos han querido evitar que una «joya» para la historia de la industria auxiliar del calzado eldense termine convirtiéndose en chatarra para la fundición. Por eso han decidido entregarla al Museo, de forma totalmente desinteresada, contando también con la colaboración del Ayuntamiento de Petrer, que ha cedido el camión grúa para poder realizar el traslado hasta Elda.

La máquina fue adquirida en 1978, en la localidad catalana de Calella, por los progenitores de José María, que pagaron por ella cerca de 30.000 pesetas. Su padre Manuel González Vera, muy conocido en la ciudad por su actividad de taxista, y su madre Remedios Payá Payá, que fue la fundadora de la firma en el año 1956 iniciando la actividad en un pequeño local de la ya desaparecida calle 17 de abril, viajaron con su hijo a Mataró en busca de maquinaria para mejorar el negocio.

La forradora llegó a la ciudad en un camión de Transportes Gómez y sólo estuvo funcionando un par de años porque pronto empezaron a comercializarse las primeras máquinas automáticas. Desde entonces la familia la ha mantenido guardada y bien conservada a pesar de que ha cambiado en un par de ocasiones de ubicación.

«Queríamos que estuviera a la vista de todos los eldenses y de quienes nos visitan para que no se pierdan nuestras raíces como ciudad industrial», comentaron ayer José María y su hija Natalia. Un gesto que el director del Museo del Calzado ha agradecido. «Donaciones como ésta enriquecen nuestra colección y nos está convirtiendo en uno de los museos del mundo con más maquinaria antigua», explicó Gabriel Segura, destacando también la figura del exdirector Amat Amer, que «fue el verdadero impulsor de este tipo de donaciones allá por los años 80».

En suma, otra máquina más para mover la historia del calzado.