La Entrada Cristiana, el primer gran acto de las fiestas de Moros y Cristianos de Novelda, echó el telón al filo de la cálida madrugada con las calles llenas de público para presenciar el paso de 1.600 festeros y festeras. Todos y todas desfilando al compás de 900 músicos y repartidos en las 140 filaes que este año han engrosado las tropas de las ocho comparsas.

La Reina Cristiana de la comparsa de Astures, Ángela Sánchez Sabater, era la encargada de abrir el desfile en la Entrada Cristiana precedida por el Embajador. Y lo hizo luciendo un precioso traje de gala y mostrando un boato de corte guerrero.

Una escuadra de soldados comía mientras hacía guardia, un ballet femenino de aves rapaces parecía tomar vuelo y una enorme campana cerraba la representación como símbolo de la victoria. Pero, sin duda, la lucha de los caballeros cristianos con sus espadas de fuego fue la escena que más impresionó al público.

Cuando todavía resonaban los últimos aplausos para la Reina Cristiana comenzaron a desfilar las altivas filaes de los Astures, la comparsa que ayer tuvo el honor de encabezar la Entrada triunfal del bando cristiano en Novelda. Les siguieron, con paso firme, las comparsas de Mozárabes y Zíngaros.

Desde las calles Reyes Católicos y Virgen de los Desamparados hasta Colón y Maestro Ramis todo era fiesta y los festeros quisieron recrearse ralentizando su paso porque la noche acompañaba. Irrumpía entonces el bando de la media luna con el Embajador y la Sultana Mora al frente de los Damasquinos, Piratas, Beduinos, Negres Betanic's y Omeyas. Un espectáculo que arrancó cerca de las nueve de la noche con el pasacalles de la banda Santa María Magdalena.