La imagen de la patrona de Novelda ya preside el altar mayor de la iglesia de San Pedro. Miles de personas acompañaron ayer a Santa María Magdalena durante la calurosa tarde en la romería de Bajada desde La Mola y también, cuando la noche se abría paso, en la posterior Procesión de Entrada a Novelda, que finalizó de madrugada con el emocionante acto del Himno a la Santa tras la Entraeta con Flores de las ocho comparsas Moras y Cristianas.

Pero el gran momento arrancó con susto en la explanada del santuario porque sobre las siete de la tarde comenzaba a llover en Novelda. La talla de la patrona fue tapada rápidamente con un plástico para protegerla pero, a los pocos minutos, el fugaz aguacero estival pasó de largo sin deslucir la festiva Bajada de la Santa.

Este año se ha notado, no obstante, un descenso en el número de fieles respecto al 20 de julio anterior, algo en lo que ha podido influir el lejano fin de semana que ha impedido a noveldenses y visitantes aprovechar la semana de vacaciones para cumplir con la tradición. A pesar de ello se ha vuelto a superar la cifra de las 4.000 personas. Entre ellas varias decenas cubriendo con los pies desnudos los más de tres kilómetros del trayecto para cumplir promesas o pedir favores a la venerada patrona.

La querida «Moreneta del Castell» también lució ayer las uvas que constituyen el símbolo de Novelda. Un racimo de uva blanca y otro de uva negra procedentes de las fincas de Enrique Sánchez.

El agricultor ha vuelto a ganar el concurso, que este año ha sido también histórico al producirse un empate. Algo que nunca antes se había producido.

Con piezas de la dolçaina y el tabalet fue bajando la imagen, a hombros del pueblo, mientras le dedicaban espontáneos vítores y aplausos, soltaban globos y disparaban cohetes y tracas a su paso. En las casas de campo del camino se aguardaba con ilusión la llegada de la imagen y otros vecinos esperaban en las cunetas reponiendo fuerzas con la merienda. Y fue transcurriendo la tarde con el regocijo de los noveldenses por el reencuentro con la «Perla de Oriente» hasta que llegó al paseo de los Molinos, donde fue recibida por las autoridades civiles, religiosas y festeras. Pasaban quince minutos de las nueve de la noche cuando se encendieron las velas en la Procesión de Entrada a Novelda. Pero antes la talla fue acicalada con sus mejores joyas y galas, se cambiaron sus andas por otras más solemnes y recibió la vara de mando de alcaldesa perpetua mientras la multitud no dejaba de vitorearla, fotografiarla y tocarla con una enorme devoción.

Hoy la patrona ya está en Novelda reflejando su luz desde el altar mayor.