Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Elda

Los restos de un colegio

El CEE Miguel de Cervantes se ha convertido en un lugar de expolio, vandalismo e insalubridad

17

El colegio Miguel Cervantes de Elda en la desidia

Cuatro años después de que el antiguo colegio público Miguel de Cervantes de Elda cerrara sus puertas, la decadente imagen que ofrece impresiona y entristece. Donde durante décadas fueron educados centenares de niños de toda la comarca con necesidades especiales, ahora solo hay destrucción, suciedad y expolio.

La algarabía de los pequeños ha dado paso a un inquietante silencio solo interrumpido por los pájaros que anidan en el interior y los roedores que deambulan por el tejado. En el patio la maleza se extiende, salvaje, hasta empezar a invadir la pista de baloncesto y en el amplio edificio todos los materiales y objetos susceptibles de ser reutilizados o vendidos en el mercado negro han sido sustraídos sin contemplaciones.

De la depredadora acción de los ladrones no se han librado los manises de los pasillos, las chapas metálicas de la cubierta, los cristales de las ventanas ni los marcos de las puertas. Y, por supuesto, el principal botín han sido los cables de la luz, las tuberías del agua y los cuadros eléctricos de los que se extrae el preciado cobre.

Pero la tétrica estampa que ofrece el Miguel de Cervantes también se ha visto agravada por el vandalismo y la presencia esporádica de «okupas». Puertas, tabiques, aseos y estanterías reventadas a golpes, restos de hogueras, excrementos, alimentos putrefactos, animales muertos y residuos de todo tipo sirven de alimento a las ratas. Un escenario de creciente insalubridad e inseguridad que se encuentra a escasos metros del Hospital General Universitario Virgen de la Salud de Elda, del que únicamente le separa la carretera comarcal de la Torreta, y que además linda con las instalaciones de Asprodis, la Asociación Pro-Disminuidos Psíquicos de Elda, Petrer y Comarca.

Fue en junio del año 2012 cuando el colegio de educación especial Miguel de Cervantes cerró definitivamente sus puertas y, en septiembre, los alumnos de Infantil y Primaria se trasladaron a sus actuales y modernas instalaciones ubicadas en el número 114 de la avenida de Ronda. Los padres y madres de los alumnos llevaban cuatro años esperando a que el gobierno del PP en la Comunidad Valenciana cumpliera su compromiso y construyera un nuevo centro que pusiera fin a los problemas de deterioro y masificación que dificultaban la atención de los 125 alumnos matriculados. Sus edades iban de los 3 a los 21 años, procedían de ocho poblaciones y algunos de ellos sufrían importantes deficiencias psíquicas y físicas, por lo que las ratios por aula no debían superar los cinco niños. Extremo que no se cumplía.

Los representantes de la AMPA lanzaron entonces un «SOS» recurriendo a las redes sociales. Concretamente crearon el perfil en Facebook «SOS CEE Miguel de Cervantes» en el que fueron dejando constancia de su malestar por la situación y denunciando, mediante la publicación de fotografías, el abandono del centro.

Pero con el traslado de los alumnos al nuevo colegio el problema se acabó y varias asociaciones y colectivos eldenses se mostraron interesados en utilizar las instalaciones del centro desocupado. Querían realizar sus actividades y reuniones allí y así se lo hicieron llegar a la popular Cristina Gomis, que entonces era la edil de Educación de Elda. Pero ninguna de esas peticiones fueron atendidas y sin uso ni mantenimiento el edificio se ha convertido, cuatro años después, en los restos de lo que fue.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats