Dos técnicos de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente se han desplazado a Pinoso, a instancias del alcalde y de la edil del área, para conocer la situación de los vertidos que se producen en el cauce del Rodriguillo, generando olores y mosquitos. Una de las soluciones consistiría en la planificación temporal de la separación de aguas pluviales y residuales en el municipio, derivándolas hacia la depuradora para su tratamiento selectivo. En el caso de que no hubiese suficiente capacidad para tratar estas aguas, se contempla ejecutar un depósito de regulación y acumulación complementario para caudales superiores a los previstos en el diseño, conocido como tanque de tormentas.