Los Amigos de San Cristóbal de Sax despidieron ayer sus fiestas con el firme propósito de que el próximo año puedan seguir celebrando la bendición de vehículos en la calle Gran Vía, tal y como vienen haciendo desde hace 21 años.

El Ayuntamiento quiere cambiar el itinerario, trasladarlo concretamente al extrarradio, y lo justifica porque el ruido de los camiones genera quejas vecinales, surgen problemas organizativos derivados del corte de las calles y un posible incumplimiento de la normativa debido al paso de vehículos de gran tonelaje por el centro urbano.

Los camioneros no están de acuerdo y siguen recogiendo firmas de apoyo en toda la población. Ya llevan más de 600 y el próximo lunes volverán a reunirse con el alcalde José María Espí. «No vamos a ceder. La fiesta es de todo el pueblo, la bendición de vehículos se ha hecho siempre y sin ningún problema en el mismo lugar, y la mayoría de las firmas de apoyo son de los propios vecinos de la Gran Vía», ha indicado el presidente de la asociación, Ramón Domínguez.

Sobre las ocho y media de la tarde comenzó ayer el acto, que duró poco más de una hora con la participación de un centenar de vehículos. A su conclusión los camioneros trasladaron la imagen de su patrón a la ermita de la Soledad. Y desde allí esperan recogerla el próximo año para que vuelva a presidir la bendición en la Gran Vía.