La uva de mesa ha comenzado a recolectarse en algunas parcelas del Medio Vinalopó mientras en otras se está realizando ahora el tradicional embolsado del racimo.

Este año la uva tendrá buen calibre y excelente calidad, aunque se estima una merma del 25% en las variedades intermedias de la cosecha, que pasará por tanto de los 70 millones de kilos de la pasada campaña a los 52 millones previstos para la actual. Una nota negativa a la que se suma que los costes de producción se han multiplicado por cinco debido a la escasez y mala calidad de las aguas disponibles, y la aparición de una plaga del hongo oidio que ha afectado a las variedades tempranas, retrasando también el inicio del embolsado durante dos semanas.

Este contratiempo ha provocado que el empresario agrícola haya tenido que incrementar sus gastos en abonos para neutralizar los efectos negativos de los riegos por un lado, y por otro la aparición del hongo que ha propiciado la humedad y las temperaturas por debajo de la media registradas en junio. Y todo ello ha supuesto un gasto muy elevado en fungicidas y ha afectado, sobre todo, a las variedades tempranas Ideal y Red Globe.

En cuanto a los niveles de producción el presidente de Asaja Novelda, Pedro Rubira, estima que en la campaña de 2016/2017 habrá una merma de un 25% con respecto a la anterior. «Algo que es debido a la extrema sequía que sufrimos desde hace tres años, que ha provocado la deshidratación y el estresado de algunas cepas, efectos que en la anterior campaña se tradujeron en uva con menor tamaño de granos y reducción de racimos», ha explicado el experto.

Pese a ello los productores del Medio Vinalopó son optimistas y consideran que la recién iniciada campaña será «positiva». Esperan, además, que la leve disminución de producción y la previsión de una calidad y sabor excelentes, especialmente de la uva Aledo, lleven los precios al alza y puedan obtener un margen de rentabilidad a pesar de incremento de los costes.