La uva de mesa del Vinalopó ha comenzado a recolectarse. Este año la uva tendrá buen calibre y excelente calidad, aunque se estima una ligera merma de la cosecha de un 25%. La nota negativa de la campaña la pone el notable incremento de los costes de producción, provocados por la mala calidad del agua y un brote de hongos, que ha afectado a las variedades tempranas y retrasado el embolsado

La campaña de la uva de mesa del Vinalopó de este año está marcada por un incremento de los costes de producción para el agricultor, que ha visto como se han multiplicado por cinco a causa de la mala calidad de las escasas aguas disponibles, hecho que ha provocado que el empresario agrícola haya tenido que incrementar sus gastos en abonos para neutralizar los efectos negativos de los riegos, y la aparición de una plaga del hongo Oidio, propiciada por la humedad y las temperaturas por debajo de la media registradas en el mes de junio, que ha supuesto un gasto muy elevado en fungicidas, y ha afectado a las variedades tempranas Ideal y Red Globe.

La aparición del Oidio, también ha provocado el retraso del tradicional embolsado, que ha empezado 15 días después de lo habitual. En cuanto a los niveles de producción, el presidente de ASAJA Novelda-Jóvenes agricultores, Pedro Rubira, experto en este cultivo, estima que en la campaña 2016 habrá una merma de producción, con respecto a 2015, de un 25%. «Algo que es debido a la extrema sequía que sufrimos desde hace tres años, que ha provocado la deshidratación y el estresado de algunas cepas, efectos que en la anterior campaña se tradujeron en uva con menor tamaño de granos y reducción de racimos», explica Rubira.

Aun así, los productores del Vinalopó son optimistas y apuestan porque ésta será una buena campaña, si la disminución en la producción es leve y la previsión de calidad y sabor excelentes, especialmente en la uva Aledo, animan los precios y puedan obtener rentabilidad a pesar de incremento de costes.