Verde sobre negro es la estampa de colores que presenta actualmente el cauce del río Vinalopó en el tramo comprendido entre La Colonia de Santa Eulalia y Sax. Hace un mes un incendio intencionado, con al menos tres focos localizados, calcinó dos hectáreas de cañar, carrizo, matorral y arbolado de ribera. El suceso también acabó con la vida de pequeños mamíferos, reptiles y aves acuáticas, obligando a intervenir a 14 bomberos de Elda y Villena y a una quincena de efectivos de la Policía Local y Guardia Civil, voluntarios de Protección Civil de Sax y Acif de Salinas, así como agentes ambientales y brigadas forestales.
El fuego se hizo fuerte al anochecer propagándose desde una balsa de riego abandonada del paraje Venta del Olmo hasta el cauce del Vinalopó, a la altura de la vía del tren, de la autovía de Madrid en la bifurcación con el ramal de Castalla y del camino del Coso que conduce a La Colonia.
Pues bien, un mes después el carrizo ha comenzado a brotar con fuerza y a extenderse por el cauce devolviendo la vida a una zona en la que la devastación de las llamas, con los 1.200 grados de temperatura alcanzados, redujeron a ceniza una superficie de 20.000 metros cuadrados. La aparición del carrizo es positiva porque además de purificar el agua también contribuye a fijar el suelo, es el hogar idóneo para aves, reptiles y erizos y, además, ayuda a la regeneración de todo el ecosistema. Sin embargo, su sola presencia, sin la adopción de ninguna actuación ambiental tendente a acelerar la recuperación del enclave afectado, podría desencadenar nuevos incendios. Por eso es necesario sanear el cauce y realizar en el próximo otoño una reforestación de los olmos y chopos calcinados, antes de que el carrizo dificulte la reaparición del bosque ribereño. Un paisaje único que, según los expertos, no volverá a alcanzar la plenitud hasta que pasen 40 años.
Cabe recordar que la Confederación Hidrográfica del Júcar, que es el organismo que posee las competencias plenas y exclusivas en la gestión del Vinalopó, lleva muchos años sin limpiar, desbrozar ni reforestar el río en el tramo donde se produjo el siniestro el pasado 20 de mayo. El Ayuntamiento de Sax ya requirió entonces, a través de la Concejalía de Medio Ambiente, la intervención de la Confederación del Júcar. Sin embargo, hasta el día de ayer, ningún técnico ni responsable del organismo de cuenca ha contactado con el gobierno tripartito que forman Sax Importa, PSOE y EU para preocuparse por la situación de un ecosistema donde la vida comienza a abrirse paso sobre la muerte. El verde sobre el negro.
