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La Undef pide autorizar el disparo a los 14 años y 3 kilos de pólvora por festero y acto

La entidad espera que el Gobierno central apruebe sus alegaciones al Reglamento de Explosivos

La Unión Nacional de Entidades Festeras de Moros y Cristianos (Undef) ha presentado un paquete de alegaciones al proyecto del Real Decreto por el que se aprobará el Reglamento de Explosivos. Ayer finalizaba precisamente el plazo para alegar y el presidente de la Undef, el petrerense Paco López, se desplazó a Valencia para presentar en el registro de la Delegación del Gobierno, y con destino al Ministerio de Industria y Energía, todas las observaciones a incluir en la normativa que cuentan con el respaldo de las 73 poblaciones que forman parte de la máxima entidad nacional de las fiestas de Moros y Cristianos.

Entre las alegaciones más relevantes de cuantas ha redactado la comisión de la pólvora de la Undef destaca la inclusión de la figura del tirador o disparador menor de edad y mayor de 14 años. Se pide que no sea necesario tener 18 años cumplidos para participar en los actos de arcabucería. De prosperar la propuesta bastaría, por tanto, con la autorización de los padres o el tutor del menor para que pudiese disparar siempre que vaya acompañado por alguno de ellos y cumpla todos los requisitos que marca la normativa vigente.

El otro gran cambio que la Undef pretende introducir en el borrador del Reglamento de Explosivos del Gobierno central es en la cantidad de pólvora de la que pueden hacer uso los festeros. En la actualidad se restringe a un kilo por festero y acto, lo que se considera del todo insuficiente. Por eso desde la entidad que presidente Paco López se quiere ampliar a tres kilos por festero y acto siempre que la duración del festejo y el tipo de arma lo requiera. Ambos asuntos son los que más controversia han generando entre los festeros durante la última década. Las cortapisas legales a la participación de los niños en los actos de arcabucería está poniendo en serio peligro la continuidad de los mismos porque se limita el relevo generacional. Por otra parte, las restricciones a la hora de adquirir la pólvora negra ha llevado a muchos festeros a dejar de disparar.

Pero en el paquete de alegaciones también se eleva a 600.000 euros la cuantía económica a cubrir por medio del seguro de responsabilidad civil en caso de producirse daños a terceros derivados de esta actividad. Y precisamente el transporte de la pólvora es otro de los aspectos que se abordan en la Instrucción Técnica Complementaria (ITC) Número 26 del Reglamento de Explosivos en la que se regula el uso de armas de avancarga y detonadoras en las manifestaciones festivas.

La comisión de la Undef quiere que se autorice a los participantes activos a transportar conjuntamente en sus vehículos particulares hasta un máximo de seis kilos de pólvora. La misma cantidad que podría almacenarse temporalmente en un único domicilio dentro de su envase original y durante el mínimo tiempo posible hasta el momento de trasvasarla a la cantimplora. Acto que, según recoge el texto de las observaciones, se debería realizar donde hayan previsto con anterioridad las entidades organizadoras de cada población para garantizar la máxima seguridad, debiendo devolver los participantes la pólvora sobrante al proveedor en el último acto de fuego o, bien, eliminarla inmediatamente. Para ello se deberán habilitar depósitos con agua al final del recorrido de los alardos.

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