Las concejalías de Medio Ambiente y Seguridad Ciudadana de Elda han presentado una campaña informativa para concienciar a la población de la importancia que tiene que las actividades de ocio no vulneren el derecho al descanso de los vecinos. La edil de Medio Ambiente, Pilar Calpena, ha señalado al respecto que «esta campaña pretende darle continuidad a la que pusimos en marcha el mes pasado, con el tema de las terrazas y veladores de los establecimientos de hostelería, y tiene una motivación similar que es concienciar sobre el derecho al descanso».

En este caso, la iniciativa, a la que se le ha dado el lema de «Ya disfrutaste de las fiestas, modera el uso de los cuartelillos», se centra en este tipo de locales festeros con un mensaje muy claro: «se han acabado las fiestas de Moros y Cristianos y por lo tanto se debe moderar la actividad, sobre todo por las molestias que genera el ruido a deshoras y fuera de control», según ha explicado la concejala de Medio Ambiente.

En Elda hay censados 219 cuartelillos estables y otros 80 eventuales, y además, este tipo de locales se concentran en determinadas zonas, como puede ser el propio casco antiguo, creando una presión añadida sobre el vecindario. «Durante la celebración de las fiestas es normal no coartar la libertad de los cuartelillos, salvo el respeto a la normativa específica que incide sobre ellos, pero una vez acabadas las fiestas desde el Ayuntamiento creemos que se debe moderar la actividad», insiste la regidora eldense.

Ordenanza

El objetivo del equipo de gobierno de PSOE-Compromís es elaborar una ordenanza que regule la actividad de los cuartelillos, como ya existe en la vecina localidad de Petrer, y en la que concejales y técnicos se pondrán a trabajar en septiembre para que esté aprobada antes de la celebración de las fiestas de Moros y Cristianos del año próximo.

Esta es una ordenanza que es muy demandada por los vecinos de la localidad y en cuyo desarrollo se pretende implicar a los distintos organismos festeros.

De ahí que los responsables municipales recaben también la participación de los propietarios de los cuartelillos con el fin de establecer mecanismos de autocontrol para generar las menores molestias posibles al vecindario cuando desarrollan sus actividades a lo largo de todo el año.