Análisis de ADN canino. Eso es lo que se plantea hacer el Ayuntamiento de Sax para identificar a los dueños de perros que infrinjan la normativa municipal y no recojan las deposiciones que sus mascotas realizan en la vía pública. Este sistema se ha implantado en ciudades como Xátiva y ha tenido un extraordinario efecto al conseguir reducir los excrementos caninos en las calles en un 80 por ciento. «Pero esta medida es el último paso», matiza el edil Javier Martínez y, de momento, lo que acaba de poner en marcha la Concejalía de Política Animalista de Sax es una campaña de concienciación para mantener el pueblo limpio apelando, para ello, a la responsabilidad y el civismo ciudadano.
A partir de hoy se comenzarán a repartir 2.000 trípticos en los que el Ayuntamiento pone de relevancia los beneficios que implica tener un perro, animando a sus cuidadores a ser «los héroes particulares de sus mascotas», mateniéndolos en las mejores condiciones, colocándoles una placa identificativa y llevándolos atados con la correa al salir a pasear. También se han instalado en los principales puntos del extrarradio del municipio, incluyendo la Colonia de Santa Eulalia, 16 carteles donde aparecen las imágenes y vidas de ocho perros-héroes como Laika, Bobby de Greyfriars, Becerrillo, Hachihó, Chonino, Balto, Sargento Stubby y Barry. Éste último consiguió rescatar él solo a 40 viajeros en una tormenta mientras que Sangento Stubby fue condecorado durante la Primera Guerra Mundial por sus acciones como héroe de guerra. Por eso el lema elegido para la campaña es «Un héroe, un compañero, tu responsabilidad». Una responsabilidad regulada por la Ordenanza Municipal de Limpieza y Gestión de Residuos que impone sanciones de entre 750 y 1.500 euros. Y precisamente, esta misma semana, los servicios técnicos municipales han comenzado a tramitar el primer expediente contra una familia que ha sido denunciada por un vecino al negarse a limpiar la voluminosa defecación que su perro realizó en plena calle.
«No hace falta una capa, ni tener superpoderes -dice el concejal animalista- basta con llevar una pequeña bolsa, recoger los regalitos de nuestro mejor amigo y tirarlos en la papelera o en el contenedor más cercano». Mil euros ha invertido el Ayuntamiento en esta campaña en la que también colaboran Fobesa y Aprasax.
