El área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Pinoso ha tenido que talar 25 olmos en el humedal del Prado, una decena de ellos de gran porte, después de detectar que estaban afectados por grafiosis, una enfermedad producida por un hongo que ataca al sistema vascular del árbol provocando su muerte.

La actuación, tal y como se exige en estos casos, ha sido muy rápida con el objetivo de evitar que la enfermedad se contagie a otros ejemplares de la zona. «Hemos actuado con gran celeridad según ha aconsejado el técnico tras consultar con expertos en este tipo de plagas», explicó la concejala de Medio Ambiente, Silvia Verdú, lamentando la pérdida de los olmos afectados. «Tal y como estaban de mal los ejemplares, la tala era la única posibilidad de intentar atajar la enfermedad evitando su propagación, que es la prioridad, pues los tratamientos existentes no son demasiado efectivos y nos arriesgábamos a que el hongo continuase expandiéndose con rapidez», comentó Silvia Verdú.

Valoración

El área de Medio Ambiente ha puesto en conocimiento de este hecho al Servicio Forestal de la Conselleria. Por ello, a lo largo de esta semana técnicos de VAERSA visitarán la zona para valorar el alcance de la infección. El técnico municipal José Carlos Monzó también alertó de la virulencia de esta enfermedad provocada por un insecto que perfora el tronco, transmitiendo un hongo que produce la obstrucción de los vasos conductores del olmo y el envenenamiento de las hojas. Por eso comienza a secarse de arriba abajo hasta que muere.

La expansión de la enfermedad ha sido muy rápida. En cuestión de diez días ha pasado de no haber ningún olmo afectado a más de 20 ejemplares con síntomas.

El técnico de Medio Ambiente advierte, además, de que el problema es que el hongo también se transmite por las raíces pues muchos están unidos por ellas. «Por tanto, si la enfermedad ya está en las raíces será muy complicado detenerla», apuntó Monzó, señalando que «si este verano empiezan a secarse más olmos ya no hay nada que hacer. Si aguantan habrá una esperanza de que lleguen a la primavera sin haber dado signos de enfermedad».