El público también vive su propia fiesta en Elda. Las cerca de 20.000 personas que durante la tarde y noche de ayer abarrotaron las tribunas, sillas y calles a lo largo del recorrido de la Entrada Cristiana disfrutaron tanto como los festeros. Con aplausos, piropos, carteles de amor, gritos, saludos, risas, miradas de complicidad, confeti, fotos y selfies fueron recibiendo, una tras otra, a las escuadras de las nueve comparsas. Miles de espectadores de todas las edades trasmitiendo su entusiasmo a los festeros, mientras los festeros lo agradecían con su paso garboso y los cabos con sus gestos de aprobación. Una simbiosis intensificada por la música, el color, el calor y el alumbrado y engalanamiento especial de las calles.

Precisamente este año ha habido más tribunas que nunca para atender la creciente demanda de localidades de las últimas celebraciones. La Junta Central ha colocado en el itinerario de las Entradas Infantil, Cristiana y Mora diez nuevas tribunas que se suman a las 18 que ya se venían instalando hasta la fecha. Seiscientas nuevas plazas a 8 euros por persona -las sillas cuestan 7- para disfrutar de las cinco horas del espectáculo que ofrecen las Entradas. Pues bien, a pesar de ello todavía ayer faltaron localidades para hacer frente a la avalancha de personas que acudieron a la ciudad atraídas por la fiesta. Era el día fuerte, «el sábado de Moros», y se notó.