Percances idénticos se vienen produciendo, por desgracia, con relativa frecuencia en la autovía de Madrid a su paso por la localidad de Petrer. En agosto de 2009 la Policía Local ya sorprendió a dos niños de 8 y 11 años lanzando piedras desde el puente de Cuatro Vientos a los coches que circulaban por la A-31. La ocupante de un Citroën estuvo a punto de accidentarse cuando una piedra golpeó en el capó de forma violenta. En julio de 2012 cuatro menores de entre 15 y 16 años también fueron sorprendidos por la Policía Nacional haciendo lo mismo en el mismo lugar. En esa ocasión un camionero resultó herido en los ojos a causa de la rotura del parabrisas de su vehículo. En los diez últimos años la Policía Local ha actuado en al menos ocho ocasiones por hechos similares. El perfil suele ser el de un menor que actúa sin pararse a pensar en las graves consecuencias que puede tener una acción que el Código Penal castiga como falta o delito de daños o lesiones, contra la seguridad en el tráfico e, incluso, de homicidio imprudente.