Los Moros Laguneros derrotaron ayer a los Contrabandistas y Piratas durante la conquista de Salinas, en una jornada marcada por el bochorno y una tormenta de primavera que descargó con fuerza y retrasó todos los actos de la tarde.

En el ecuador de sus fiestas de Moros y Cristianos, los salineros protagonizaron un intenso día que arrancó a las 8.30 horas con la Diana con Despertá por las calles del pueblo y finalizó, ya de madrugada, con la Gran Verbena en la plaza de España. Pero por la mañana también hubo Santa Misa en honor a San Juan Ante Portam Latinam y Exaltación de la Virgen del Rosario con salvas de arcabucería en su honor. Un festejo que dio comienzo a las 11.30 horas, en el que participaron quince arcabuceros y que estuvo marcado por el calor y unas nubes cargadas de lluvia que finalmente pasaron de largo para regresar después.

Eran las seis y media de la tarde y llovía en Salinas cuando debía comenzar la Entrada Mora. El acto se suspendió provisionalmente mientras los festeros permanecían en sus casas, cuartelillos y sedes de las comparsas con la mirada puesta en el cielo y la esperanza de que el temporal se alejase lo antes posible. Y así fue. El viento comenzó a soplar y arrastró los nubarrones de tal modo que la Entrada Mora pudo iniciarse con las calles mojadas, poco público y solo media hora de retraso. Una dilación que se mantuvo en los posteriores festejos de la tarde: la Entrada de Embajadores y la Embajada Mora, representada este año por José María Iñíguez Delegido, Pedro Alfonso Vidal y Francisco José Pérez Vidal, así como la Ofrenda de Flores.

Pero hoy continúan las fiestas en Salinas con la Entrada Cristiana a las 18.30 horas, la posterior Embajada y la Solemne Procesión.