El inicio del expediente para que la basílica de Nuestra Señora del Socorro de Aspe pase a ser Bien de Interés Cultural (BIC) comenzó ayer con el inventario de todos los bienes muebles de este destacado templo del barroco valenciano. Un trámite que el inspector de la dirección general de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana calificó ayer de arduo durante su visita. Era la primera jornada de trabajo pero le seguirán muchas más en los próximos días tal y como el técnico indicó a la concejala de Patrimonio, María José Villa; a la directora del Museo Histórico de Aspe, María Berná, y al sacristán Ángel Hernández, que le acompañaron en su recorrido.

El fin de este proceso es catalogar todas las tallas, esculturas, cuadros, púlpitos, campanas, vidrieras, libros, retablos, muebles y objetos religiosos para determinar su valor histórico, cultural y artístico con el fin de preservarlo. Para ello el inspector de la Conselleria de Cultura cuenta con un preinventario que ya fue realizado por la Generalitat Valenciana en el año 2002.

Uno de los bienes más valiosos de la basílica es el primitivo retablo del siglo XVII. Representa un importante conjunto artístico con tallas en madera recubiertas con pan de oro y pinturas al óleo obra de Juan Conchillos. También destaca la monumental imagen de Nuestra Señora del Socorro en el altar mayor con las imágenes de San Pedro y San Pablo en los laterales. Son algunos de los «tesoros» del templo pero hay muchos más.