El 12 de mayo de 1822, en un bando municipal de Petrer, se marcan las normas que deben seguirse en la fiesta de Soldadesca de Moros y Cristianos que se celebraron el 14 de mayo, festividad de San Bonifacio. La celebración tiene su memoria histórica en las soldadescas que debían mantener la paz y defender al pueblo de los ataques de los piratas berberiscos.