Sublime. Así fue la Entrada Cristiana de las fiestas de Petrer. Un espectáculo de luz y color que este año ha tenido el honor de abrir la comparsa de Labradores. Y no podía haber coincidido en mejor fecha porque precisamente hoy, 15 de mayo, se celebra el día de San Isidro, el patrón de los labradores. Una festividad que ayer inspiró a la comparsa de la tierra para sacar a la calle una escenografía muy apropiada para la ocasión.

Eran las once de una soleada mañana, de agradable temperatura que solo incomodaba la intermitente presencia del viento, cuando el boato de los Labradores comenzaba a abrirse paso, como si de una romería se tratase, desde la calle Brigadier Algarra hasta Leopoldo Pardines para dejarse llevar, a continuación, por País Valencià, Gabriel Payá, Cánovas del Castillo, San Bartolomé y de nuevo País Valenciá hasta su intersección con la calle Constitución.

Entre el numeroso público que llenaba el recorrido en las calles más céntricas había mucha expectación por presenciar un espectáculo que se convirtió en un auténtico canto al Día de la Hermandad. Un montaje sencillo pero muy original y participativo en el que tuvo un papel destacado la música y la letra del pasodoble «Sueños Festeros», del compositor petrerense José Ángel Carmona Parra.

De hecho, a lo largo del itinerario se fueron repartiendo pasquines con la letra de la pieza, que fue bailada y cantada a coro por los integrantes del boato hasta emocionar a buena parte del público. Se asemejaba realmente a una romería de labriegos en honor a San Isidro y contó, además, con la participación de los integrantes de varias filas de Moros Viejos, Berberiscos y Moros Beduinos -la fila femenina Bedunas, entre otras, que protagonizó una danza muy rítmica y aplaudida- e, incluso, del vicario del templo parroquial de San Bartolomé, de las falleras del barrio Fraternidad de Elda con su junta directiva al completo y del presidente de la Cooperativa Agrícola de Petrer, Andrés Ángel Pérez Albert. Un boato que se encargó de cerrar con orgullo la capitanía de los Labradores, compuesta por Manuel Maestre Ruiz, Patricia Muñoz Gea y la rodela Isabel Maestre Muñoz, y que Vicente Escolano Mateo, el presidente de la Unión de Festejos San Bonifacio, Mártir calificó de «espectacular» destacando el «buen tiempo reinante y el altísimo nivel de los festeros y de los músicos». En este caso de los integrantes de la Sociedad Instructiva Musical Sones de Sax, que interpretaron Sueños Festeros, José Antonio «el Sabina» y Xàbia; de la Unión Musical Santa Cecilia de Rojales, con su repertorio de Sueños Festeros, La puerta Grande y Orgullo Santiaguista; la Asociación Musical Virgen del Remedio de Petrer que tocó Sueños Festeros, Llácer García «rapsoda i tapisser» y Juanito el Jarri; y de la Agrupación Virgen de la Salud de Elda, cuyos músicos interpretaron Sueños Festeros y De Madrid al Cielo. Un repertorio que acompañó el paso de las «cuadrellas» de Colliters, Palmerets-Esparters, Hortelans de Puça, Majorals, Vermaores, Trillaores, Moliners-Vermaors, Colliores-Molineres, Rastrillers, Antius, Maseres, Campesines, Xics de la Parra, Bacoreros, Sembraores, Randeres, Espigolaores, Segaores, Llenyaters y Molineres-Colliores.

Los Labradores de Petrer protagonizaron ayer, en algo más de una hora de desfile, uno de los grandes momentos de su historia como comparsa. Su origen se remonta al año 1946 y, precisamente, el Día de Hermandad, la romería y la primavera son fiel reflejo del espíritu de esta entidad de solera y tradición. Su distintivo es un gorro de punto rojo similar a un birrete del que sobresale una tira de madroños multicolores. Y multicolores fueron las filas con las que ayer protagonizaron una Entrada Cristiana que finalizó pasadas las tres de la tarde tras el paso de Labradores, Vizcaínos, Marinos, Tercio de Flandes, Estudiantes, Moros Fronterizos, Moros Nuevos, Moros Beduinos, Moros Viejos y Berberiscos.

Era también otro gran día para los capitanes, abanderadas y rodelas de las diez comparsas, que lucieron galas y maneras con elegancia, esplendor y un júbilo contagioso. Vivencias que permanecerán toda la vida en el recuerdo de Manuel Maestre, Patricia Muñoz y la rodela Isabel Maestre, de la comparsa de Labradores; Eliseo Mira, María Dolores Mira y la rodela Adara Villaplana, de la comparsa de Vizcaínos; Andrés Férriz , Míriam Férriz y la rodela Leire Díaz, de la comparsa de Marinos; Antonio Melagarejo, María Esperanza Noya y Celia Alarcón de Tercio de Flandes; y de Rogelio Tordera, Begoña Torderay Lucía Cobo de Estudiantes, por el bando cristiano.

Por los Moros Fronterizos, el capitán Eduardo Iborra, Elisabeth Mir la abanderada y Carla Cuevas la Rodela; Joaquín Vidal, María del Mar Vidal, Lyra María Vidal de Moros Nuevos; Luis Aguilar, Rosa Aguilar y Malena Torres por los Moros Beduinos; los cargos Sergió Luna, Ana López y Natalia Romero de los Moros Viejos; y Francisco Javier Galiano, Abigail Mira y Aitana Gómez de los Berberiscos.

Precisamente los cargos festeros de las diez comparsas protagonizaron al final de la Entrada uno de los momentos más emocionantes del festejo. Los componentes de las filas daban la enhorabuena al capitán y la abanderada, y también se felicitaban entre ellos. Al romper filas se sucedían los abrazos y los apretones de mano porque habían completado una nueva Entrada Cristiana. Otra más.