Los trajes que los cargos festeros lucen en los Moros y Cristianos de Petrer son auténticas obras de arte que se confeccionan en la población con unas características identificativas. Además, para poder ser utilizados en cualquiera de los actos sus diseños deben haber obtenido, previamente, el visto bueno de la comisión artística de la Unión de Festejos de San Bonifacio. Ayer la expectación era máxima porque los capitanes, abanderadas y rodelas de las diez comparsas sacaban por vez primera sus trajes a la calle tras un año de preparativos. Y la espera ha valido la pena.