Grandiosos. Así fueron el Desfile Infantil de Petrer, en el que ayer participaron 1.100 niños, y el posterior Homenaje a las Rodelas de las Fiestas de Moros y Cristianos del año pasado, que se celebró en un abarrotado Teatro Cervantes.

El domingo amaneció lluvioso y había preocupación en la Unión de Festejos San Bonifacio Mártir por si el acto tenía que ser finalmente retrasado o suspendido. Sin embargo los niños festeros arrancaron el paso sobre las 12 horas desde la plaza de España y, aunque llovizno ligeramente, la ilusión de los pequeños festeros consiguió desviar las nubes y detener la lluvia.

El preludio de los Moros y Cristianos de Petrer, celebración que comienza el próximo jueves, se desarrolló por tanto sin problemas en un itinerario repleto de público que pudo disfrutar de la gracia, el desparpajo y el arte festero de los niños por espacio de algo más de una hora. Todo un espectáculo, que este año por primera vez ha contado con sillas completando el recorrido y tribuna en el ensanche del Derrocat, y en el que no faltaron los boatos de apertura de los bandos Moro y Cristiano y las rodelas en carroza.

Una vez acabado el desfile comenzó a las 13 horas el XXIX Homenaje a las Rodelas, que son las niñas de las capitanías de cada comparsa equiparables a las figuras del paje en Sax y el volante en Caudete. Y así transcurrió en Petrer un día para el exclusivo lucimiento y disfrute de los niños que también participarán en las Entradas.