El Ayuntamiento de Villena y la Junta Central de Fiestas acordaron ayer crear una comisión, compuesta por dos representantes de cada entidad, que será la encargada de mediar en los conflictos que se generen entre vecinos y festeros por el ruido ocasionado en la celebración de actividades en las sedes de las comparsas.

De este modo se quiere zanjar la polémica surgida hace dos semanas cuando la portavoz de Los Verdes, Catalina Hernández, anunció el acuerdo municipal de limitar la actividad musical en la sede de la comparsa de Labradores al interior del inmueble y hasta la diez de la noche, tras varias denuncias vecinales por exceso de ruido en el patio de la sede durante los meses de verano.

El alcalde de Villena, Javier Esquembre, las ediles de Urbanismo, Fiestas y Policía Local- Catalina Hernández, Conchi Beltrán y Esther Esquembre- el presidente de la Junta Central de Fiestas, Antonio Navajas, así como con los presidentes de las catorce comparsas que conforman las fiestas de Moros y Cristianos acordaron mantener en las sedes de las comparsas las actividades vinculadas a las Fiestas; como las verbenas del 4 al 9 de septiembre, las comidas de hermandad, los actos de Ecuador o el brindis navideño.

De este modo, se deja en manos de las comparsas la regulación de la cesión de sus instalaciones para actos festivos no vinculados a los Moros y Cristianos, como cumpleaños o comuniones. La comisión actuará cuando este tipo de celebraciones ocasionen molestias a los vecinos «para llegar a un consenso y que sea compatible el derecho del vecino a descansar con el tiempo de ocio», afirmó la edil de Policía Local, Esther Esquembre.

Así, la nueva comisión establecerá un calendario «y las actividades que no son de carácter festero se van a diversificar en diferentes lugares de la ciudad», afirmó Esquembre. El objetivo es evitar que los vecinos de una misma zona, sobre todo los del centro histórico donde se concentra el mayor número de sedes sociales de comparsas, padezcan de forma reiterada la contaminación acústica.

El presidente de la Junta Central de Fiestas, Antonio Navajas, calificó el acuerdo de satisfactorio e indicó que los festeros son los primeros interesados en solucionar los problemas derivados de la contaminación acústica. «Todos tenemos que poner de nuestra parte para facilitar la convivencia», afirmó el representante festero.