El monte Cabezo de la Sal de Pinoso pasará a ser considerado «Monumento Natural» antes de que acabe el año. La comisión de Medio Ambiente de las Cortes Valencianas, órgano que preside el diputado socialista David Cerdán, ha dado luz verde a la medida esta misma semana, y lo ha hecho con el acuerdo unánime de todos sus componentes, tanto del gobierno como de la oposición. La declaración aprobada es un mandado para el Consell pero antes la Generalitat deberá realizar la oportuna tramitación, lo que dilatará el proceso de aprobación definitiva hasta el próximo verano.
Fue en noviembre de 2011 cuando el equipo de gobierno de Pinoso, el entonces tripartito que formaban PSOE, Bloc y PSD bajo la dirección del alcalde socialista Lázaro Azorín, llevó al pleno del Ayuntamiento la propuesta de la concejalía de Medio Ambiente para solicitar a la Conselleria la declaración del Monte Cabezo como «Monumento Natural». El objetivo era preservar este enclave emblemático para los pinoseros y evitar la pretendida instalación de un depósito subterráneo de petróleo. Un proyecto que prácticamente había quedado descartado en el último año, si bien esta reciente medida supone su definitivo rechazo.
La normativa considera «Monumentos Naturales» a aquellos espacios o elementos de la naturaleza constituidos por formaciones de notoria singularidad, rareza o belleza que merecen ser objeto de una protección especial. En los espacios declarados así no se permite ninguna actividad que ponga en peligro la conservación de los valores que motivaron su declaración. De ahí que la reserva estratégica de hidrocarburos se quede sin ningún tipo de amparo legal.
El Cabezo de la Sal es uno de los mejores ejemplos de Europa de diapiro Triásico clásico. En él destacan las formaciones geológicas, principalmente kársticas de cloruro sódico y yeso, cuevas, simas, dolinas y túmulos, además de una interesante variedad en especies minerales. Existen importantes cuevas y cavidades de gran interés geológico y mineralógico, principalmente, por la explotación de las minas de sal gema, destacando, la cueva del Lentisco, la cueva Cristalina o la del Gigante, esta última convertida en un lugar de interés geológico y punto de encuentro para geólogos y naturalistas. También dispone de hábitats vegetales de interés comunitario y alberga una fauna vertebrada e invertebrada exclusiva. En definitiva, un «tesoro natural» digno de ser considerado monumento.
