El PSOE de Villena denunció ayer la pasividad del equipo de gobierno de Los Verdes para resolver los problemas derivados de la llegada de residuos de la Vega Baja a la planta ubicada en el término municipal. La concejala socialista Isabel Micó recordó que el plazo acordado con el Consell para recibir basuras del sur de la provincia, «concluyó hace un mes, pero siguen entrando residuos, de ahí que solicitemos al Consorcio de nuestra zona- del que el alcalde de Villena es el presidente- así como a la Conselleria de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio la revocación del acuerdo sobre la llegada a Villena de basuras de fuera de la zona 8A3».

Por otro lado, los socialistas proponen que se incluya en el plan zonal de gestión de los residuos «el nombre de otra localidad para ubicar otra planta, una vez se encuentren colmados los vasos de vertido de las instalaciones de Vaersa en Villena», afirmó Micó.

La concejala socialista indicó que Vaersa -la empresa pública que gestiona la planta de residuos sólidos urbanos de la población- en estos siete meses no ha cumplido ninguna de las promesas realizadas por la llegada de basura de fuera del plan zonal, como el incremento de la plantilla de trabajadores, el tratamiento integral de las 90.000 toneladas procedentes de la Vega Baja, así como el derecho de inspección- sin previo aviso de las instalaciones por parte de los técnicos y políticos del ayuntamiento de Villena. «Tampoco ha cumplido los compromisos como la instalación de un sistema de sensores en la ciudad para el control de los malos olores o inspecciones regulares en la planta», puntualizó la edil. Los socialistas mostraron su sorpresa por el cambio de actitud del grupo ecologista. «Cuando estaba en la oposición la lucha contra los residuos fue su buque insignia y ahora que está en el gobierno comprobamos la ausencia de presión para dar solución a un problema tan grave».

Para abordar el problema con toda la información existente los concejales del PSOE de Villena consideran necesaria una reunión con la consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián. Un encuentro en el que le trasladarían el malestar de la ciudad ante los continuos episodios de mal olor que padece, derivados del incremento de residuos depositados en la planta local.