Sin tren. Ese es el panorama que se augura en la estación de Renfe de Elda si el reclamado ferrocarril de cercanías no llega. Sólo veinte minutos y treinta kilómetros le separan de la capital de la provincia en ferrocarril. Sin embargo, el descenso en el número de trenes con parada en Elda y la eliminación de una conexión directa a Madrid por la implantación del AVE ha frenado el número de viajeros que optan por este transporte público. La bulliciosa estación de otros tiempos parece ahora aburrirse entre tanta calma. Prueba de ello es el cartel de «se alquila» en la persiana bajada de la cantina, que daba servicio a los transeúntes y que cerró sus puertas por falta de clientes.
Pero la escasez de frecuencias de trenes en el trayecto Alicante- Madrid no frena a los viajeros a la hora de demandar un mayor número de trenes. El vendedor de billetes de la taquilla lo dice alto y claro: «Todos los días tenemos llamadas preguntándonos cómo pueden ir a Alicante en tren y todo los días nos reclaman que haya más frecuencias. Sobre todo los universitarios», apostilla.
Y, a pesar de que viajar en tren ya no ofrece las mismas ventajas que antaño, algunos todavía se resisten a que la saturada autovía que conecta Madrid con Alicante - la A-31- sea la única vía para trasladarse a la capital provincial. Una media de 25 pasajeros, en las primeras horas de la mañana, se desplazan en tren, según se informa desde la ventanilla de venta de billetes. Para ellos es más cómodo que el autobús.
Los convoyes de media distancia sirven de cercanías. De camino a Alicante hay cinco servicios -8.40 horas, 13.30 horas, 16.30 horas,17.55 horas y 20.07 horas-. En sentido contrario son cuatro los existentes. A las 10 horas, 19.55 horas y 19.30 parten desde Alicante. En la estación informan que «hay alguno más pero son largas distancias». El ticket para los primeros cuesta 8 euros para los Talgo y para los Altaria la cuantía sube al 15 euros, sólo ida. Este último resultada caro para un trayecto de unos 20 minutos de duración.
