Centenares de vecinos de Villena acudieron al paraje de Las Cruces para comerse la mona ayer, el tercer día de Pascua. Aunque la tradición de los dos primeros días, en el paraje de Bulilla y el Grec se ha mermado, el tercero cobra cada año más arraigo. De hecho, el Consistorio municipal decretó el Martes de Pascua como festivo local lo que ha ocasionado que la visita a este paraje con la tradicional mona y la longaniza del Pascua vaya en aumento año tras año. En la sierra de la Villa no faltó tampoco en esta ocasión el «chambilero», el tradicional camión de los helados que venden los primeros productos de la primavera.