Las propuestas y acciones que desde los distintos grupos políticos se están planteando para potenciar el turismo local chocan con la triste y cruda realidad, ya que si, por un lado, se intenta dotar de peso a la imagen de la ciudad, por otro no se están haciendo actuaciones concretas para la limpieza del municipio. Un botón de muestra se encuentra en el solar frente a la Casa de Cultura, donde se encontraba la casa natal de Azorín, en pleno centro de la ciudad y a pocos metros del ayuntamiento monovero. Este solar se ha convertido en un autentico «bancal» de cacas de perros, donde las mascotas, llevadas por su dueños, realizan sus grandes y pequeñas necesidades sin que sean retiradas, de ahí que la zona se haya convertido en un punto nada recomendable para la vista y el olfato de los viandantes que pasan por sus alrededores.