Los presupuestos municipales de Elda contemplan una partida de cerca de 48.000 euros dedicada a la redacción del proyecto de demolición y reconstrucción de parte de los trabajos de restauración que se ejecutaron en la etapa de la escuela taller «Castillo de Elda», a principios de la década de los 90.

El concejal de Patrimonio, Amado Navalón, señaló ayer que «primero se va a redactar un estudio para dar una solución a la puerta de acceso y a parte de la restauración realizada durante la escuela-taller que, ahora, contrasta con los trabajos de la recuperación del antemural». Ademas, la piedra y hormigón utilizado en dicha reforma no se asemeja al tipo de fábrica y de construcción del resto de la fortaleza. La nueva restauración propone un lienzo almenado que en los trabajos de los años 90 no se contempló. Asimismo, la falta de mantenimiento durante décadas de las obras que realizaron los alumnos hace más 20 años ha provocado un notable deterioro. Situación que se observa, sobre todo, en el arco de medio punto rebajado de sillería en los estribos y mampostería en la bóveda y que da acceso al recinto amurallado.

La actual actuación, con un coste de 500.000 euros, engloba todo el antemural A-4 y acoge toda la franja entre la barbacana y la torre T-10, que es la que se encuentra sobre la calle Novo Hamburgo. Amado Navalón destacó que «se ha planteado la demolición de parte de estos trabajos para reformar la puerta de entrada y para que los lienzos se integren con la restauración, que después de un tiempo paralizada por problemas técnicos parece que se va a reiniciar».

La fortaleza eldense, que se encuentra en un estado grave de deterioro, cuenta con 6.000 metros cuadrados y doce torres. El monumento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), inicialmente fue una atalaya almohade del siglo XII. A finales del siglo XV fue intervenido por la familia Coloma, que transformó el castillo en un palacio condal. Así, esta fortaleza estuvo en uso desde el siglo XII hasta el XIX. Con su abandono comenzó su destrucción.