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La Guardia Civil denuncia la falta de colaboración de la Policía Local de Novelda

Critican, entre otras cosas, que desatendió una petición de ayuda a una víctima de malos tratos

Las relaciones entre la Guardia Civil y la Policía Local de Novelda no pasan por su mejor momento. Prueba de ello es que en los últimos meses tanto el alcalde, el socialista Fran Martínez, como el concejal de Seguridad Ciudadana, Armando Esteve, han recibido una serie de quejas y denuncias contra diferentes conductas y actuaciones llevadas a cabo por miembros de la Policía Local.

Unas presuntas infracciones que responden, fundamentalmente, a la «manifiesta falta de colaboración» cuando se les ha requerido, en acciones puntuales, por parte de la jefatura del Puesto Principal de la Guardia Civil de Novelda. Cabe puntualizar, al respecto, que no prestarse mutuo apoyo entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, cuando sea necesaria y urgente la intervención, está considerado por la normativa como una infracción muy grave. Y, precisamente, el hecho más grave del que se ha dado traslado al equipo de gobierno que forman PSOE y UPyD se produjo en diciembre pasado. Una mujer víctima de violencia de género denunció haber sufrido una agresión por parte de su pareja. Según ha podido averiguar este diario por fuentes cercanas al conflicto que mantienen ambos Cuerpos, una patrulla de la Guardia Civil trató de localizar al maltratador para detenerlo pero ya se había dado a la fuga. Sin embargo, unas horas más tarde la víctima llamó por teléfono al cuartel pidiendo auxilio porque había visto a su pareja merodeando por la vivienda que ambos compartían, y a la que también podía acceder porque tenía llave. En ese momento la Guardia Civil no contaba con efectivos disponibles para acudir al domicilio de tal modo que se solicitó la urgente colaboración de la Policía Local. Un apoyo que, según las denuncias que se han presentado por registro en el Ayuntamiento, no se prestó a pesar del aparente peligro que corría la víctima, si bien finalmente no hubo que lamentar ningún incidente.

Pero las primeras quejas de la Guardia Civil se remontan ocho meses atrás y responden a la falta de cobertura, achacada a la Policía Local, para realizar pruebas de detección alcohólica en conductores que dieron positivo o, incluso, por negarse a redactar las diligencias. En todos estos casos era necesario hacer el test con el etilómetro de la Policía Local ya que el de la Guardia Civil carecía de la precisión técnica requerida.

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