Todo apunta a que la montaña formada por 12 toneladas de residuos urbanos que apareció el pasado lunes en un paraje natural de Aspe podría proceder de Callosa de Segura. Así lo evidencian los indicios detectados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y por efectivos de la Policía Local, que encontraron entre los desperdicios bolsas de comercios, facturas de restaurantes o cartas enviadas por vía postal a direcciones de la localidad, según detallaron fuentes municipales. El Ayuntamiento callosino ha iniciado una investigación por estos hechos y exigirá responsabilidades a la empresa que gestiona la recogida y eliminación de los desperdicios, la mercantil Sirem, que podría enfrentarse incluso a la rescisión del contrato.

Entre las basuras había todo tipo de desperdicios, si bien fueron las bolsas de plástico de algunos comercios callosinos los que pusieron tras la pista a los agentes. El regidor de Aspe, Antonio Puerto (EU), contactó ayer con su homólogo callosino, Fran Maciá (PSOE), para informarle de estos hechos y acordaron colaborar para investigar este desagradable incidente.

El alcalde callosino esperaba ayer a recibir el informe del Seprona y de la Policía Local de Aspe para iniciar el expediente sancionador contra la empresa que gestiona las basuras de la localidad, quien según estos indicios ha podido cometer una infracción muy grave.