La Fábrica de Harinas de Pinoso, una joya de la arquitectura y el patrimonio industrial del Vinalopó, necesita mejoras en el techo al ser la zona más deteriorada de un inmueble construido en el año 1936. Así lo indicó el jefe del servicio territorial de Patrimonio Cultural de la Conselleria de Cultura, José Antonio López, durante la visita que llevó a cabo tras mantener, previamente, una reunión de trabajo con el acalde de Pinoso, Lázaro Azorín, la concejala de Cultura, Silvia Verdú y varios técnicos municipales.

En su primera evaluación el responsable técnico ha destacado el buen estado de conservación del edificio, así como su idoneidad para que pueda convertirse en el futuro Museo Etnográfico de Pinoso. La única observación que José Antonio López ha realizado es la necesidad de actuar en la cubierta para evitar que las dependencias interiores de la factoría puedan terminar sufriendo daños por efecto de las lluvias y las humedades. No obstante, con el fin de disponer de un informe más detallado y completo sobre el estado real del inmueble, el responsable territorial de Patrimonio Cultural ha indicado la conveniencia de que sean técnicos especializados en arquitectura y patrimonio industrial quienes, en próximas fechas, se desplacen a Pinoso para realizar una visita técnica que permita valorar y dictaminar sobre la conservación y las actuaciones de rehabilitación a llevar a cabo.

En febrero el alcalde recuperó la propiedad de este singular edificio, que durante dos décadas se ha dedicado a la fabricación de calzado. Ahora, ya en manos del Consistorio, las posibilidades que ofrece son tan grandes como su tamaño.