Las fiestas de Sax comenzaron ayer su andadura con un clima primaveral. Después de años de intenso frío en los que la temperatura rozó los 0 grados, La Entrada se llevó a cabo con el termómetro marcando los 20 grados a mediodía.

Un tiempo inmejorable para dar la bienvenida a las bandas de música oficiales de las ocho comparsas de los Moros y Cristianos de Sax, en una mañana en la que las composiciones festeras cobran especial relevancia con la denominada, Entrada de Bandas.

El encargado de dirigir a la Unión Musical y Artística de Sax en el Himno a la Fiesta fue Eduardo Aracil. El «Viva San Blas» del maestro Villar fue por primera vez cantado con la letra de Lola Collado. Asimismo, el alcalde, José María Espí que se estrenó como primera autoridad en los Moros y Cristianos abriendo la fiesta.

El puente Picayo, a los pies del castillo, lugar desde el que parte el acto principal del primer día de fiestas, es cita ineludible para todo festero sajeño. Desde él partió la Entrada precedida por la Reinas y Damas, tanto mayores como infantiles. Tras ellas, al ritmo de pasodoble y siguiendo el particular desfilar de Sax desfilaron Cristianos, Garibaldinos, Alagoneses y Caballeros de Cardona por el bando de la cruz. Por el de la media luna lo hicieron Árabes Emires, Turcos, Marruecos y Moros.

Tras la Entrada y después de un pequeño descanso se inició la alegre Retreta desde la plaza del Ayuntamiento, y se encaminó hasta la ermita por las estrechas calles del casco antiguo. Las farolas de las comparsas y la banderas son cobran importancia en este acto. Es el preludio del emotivo reencuentro con San Blas. El primer ruedo de banderas al filo de la madrugada dio por concluida la primera jornada.

Entre el dispositivo de seguridad preparado para las fiestas de Sax se han desplazado para atender los servicios de Moros y Cristianos 10 voluntarios de la asambleas de Cruz Roja de León y Córdoba a los que se suman los 4 voluntarios de Sax que estarán activos los 5 días festivos.