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El alcalde de la Transición de Elda

Sogorb: «España lo que necesita ahora es una minitransición para seguir adelante»

Hoy hace cuarenta años que Francisco Sogorb fue nombrado alcalde de Elda

Sogorb: «España lo que necesita ahora es una minitransición para seguir adelante» áxel álvarez

Francisco Sogorb tiene 73 años y va a reunir hoy a los integrantes de la Corporación municipal de Elda de 1976 para celebrar el 40 aniversario de su nombramiento como alcalde de la ciudad. El acto se celebrará en el salón de plenos y se ha invitado a los funcionarios superiores y concejales que todavía quedan con vida: los secretarios Lorenzo Plaza y Carlos Arteaga, la interventora Esperanza Burdeos y los ediles Juan Verdú, Regino Pérez, Camilo Valor, José María Marí, Joaquín Planelles, Efigenio López y Pedro Pérez. Será una «foto histórica» porque también estarán presentes los alcaldes que le sucedieron -Camilo Valor, Juan Pascual Azorín, Adela Pedrosa y Rubén Alfaro- a excepción del fallecido Roberto García Blanes.

¿Hay semejanzas entre la etapa política de aquellos años y la que vive ahora España?

Sí que las hay y tenemos un buen espejo donde mirarnos pero debemos repetir lo que fue positivo y eliminar lo malo de aquellos momentos. El espejo es el del año 1977 cuando Suarez afrontó la Transición y todo el mundo cedió un poco para convertir a España en un modelo político de ámbito mundial del que todavía se habla.

Pero ese espíritu parece muy lejano en estos momentos...

Yo creo que las mayorías no son buenas y, de hecho, siempre he apostado por el consenso, el control y la fiscalización. A los partidos pequeños hay que tenerlos en cuenta pero no se les puede dar todo lo que pidan. España lo que necesita ahora es una minitransición donde primero se saque el país adelante y luego se haga política. Ahora la gente está más preparada que antes y es el momento de hablar y alcanzar acuerdos.

¿Y qué es lo primero que haría usted?

Acabar con los corruptos, exigirles que devuelvan todo el dinero y que todos los partidos alcancen un pacto para evitar que vuelvan a entrar en política.

¿Cómo llegó a ser alcalde?

Por eliminación, como lo he sido casi todo en mi vida. Tomé posesión del acta de concejal en 1971 siendo el alcalde Antonio Porta -un gran empresario y una bellísima persona- y cuatro años después nos comunicó que no volvería a presentarse. Yo entonces tenía 32 años, era el más joven del Ayuntamiento, y como nadie quería ser alcalde decidí dar un paso adelante y el 1 de febrero de 1976 recibía la vara de mando.

Se supone que su designación sería para unos meses pero permaneció en la Alcaldía hasta que en abril de 1979 se celebraron las primeras elecciones democráticas

Así es. Se supone que iba a estar nueve meses de alcalde porque las elecciones deberían haberse realizado a finales de 1976.

¿Como fueron aquellos tres años al frente de la ciudad?

Fueron muy intensos. Yo no tenía agenda y recibía a todo el mundo que iba a mi despacho el mismo día. Se consiguieron muchísimos avances para la ciudad en educación, sanidad, planeamiento urbano e infraestructuras pero me tocó vivir un momento muy duro porque, a los pocos días de ser alcalde, el trabajador Teófilo del Valle fue asesinado en Elda en una manifestación obrera.

¿Cómo consiguió tantas inversiones?

Era imprescindible moverse y cada dos semanas estaba en Madrid tocando las puertas de todos los ministerios para pedir ayudas. Visité a Adolfo Suarez, a Manuel Fraga y a otros muchos ministros y líderes políticos de la época. También ayudó mucho el momento próspero en el que se encontraba Elda con casi 60.000 habitantes, mucho trabajo y mucha riqueza con la exportación de calzado a Estados Unidos. Aquella Elda era muy solidaria y había una gran conexión entre los partidos y los sindicatos. Todos caminábamos juntos para acabar con los problemas sociales y seguir progresando en todos los ámbitos.

¿Cómo ha evolucionado Elda cuarenta años después?

Me preocupa la economía sumergida, el trabajo en precario y la pérdida de población. Por eso hay que tratar de recuperar el espíritu de la Elda de los 70 y 80.

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