El cambio climático, con el incremento de las temperaturas, está trayendo consigo que muchas especies vegetales y animales modifiquen su ciclo biológico. La provincia de Alicante, en general, y la comarca del Medio Vinalopó, en particular, no son ajenas a estos fenómenos. Las aves migratorias, el gusano de seda, el ciclo de la procesionaria y el adelanto de la floración del almendro son, entre otros, ejemplos de estos cambios.

Este año, debido a las altas temperaturas de diciembre y de la primera quincena de enero, la procesionaria del pino ha adelantado su ciclo biológico, apareciendo las temidas bolsas de gusanos en el mes de diciembre, cuando hasta ahora no se dejaban ver hasta los meses de febrero-marzo. Los naturalistas monoveros de Heliaca han señalado que «la procesionaria ha sido objeto de estudios relacionados con el cambio climático. Ya en 1993 estudios científicos demostraban la alteración producida por el incremento de temperaturas entre las interacciones entre los insectos y las plantas, donde los insectos responden más rápido que las plantas al aumento de temperatura, de modo que lo previsible era un incremento en la frecuencia y virulencia de las defoliaciones».

En la actualidad, según los naturalistas monoveros, se ha comprobado que sus poblaciones se están extendiendo en latitud y altitud. En la década de los 70 cuando se hablaba del ciclo biológico, en referencias bibliográficas de entomología se indicaba que «el momento de descender las orugas del pino en procesión era entre los meses de marzo-abril».

El incremento de las temperaturas también ha incidido en el ciclo biológico de otras especies, como es el caso observado en el municipio de Salinas de la eclosión de los huevos de la mariposa de la seda. Los gusanos ya están fuera ¿y ahora qué comen, si las moreras no tienen hojas?, se preguntan desde el colectivo de Heliaca.

Otro caso es el de las aves migratorias, como las cigüeñas, golondrinas y águilas calzadas, que pasan el invierno en África y que desde hace unos años se quedan todo el año en la península. Este fenómeno se ha observado en el paraje de El Hondo.

Temor a las heladas

La floración del almendro es otro ejemplo de cambio de ciclo biológico. Este año en diferentes parajes de la comarca, como la zona de Beties en Monóvar y en otros puntos de su término municipal, han visto los almendros ya en flor durante el mes de diciembre, con el riesgo que trae consigo su exposición a la bajada de temperaturas y a las temidas heladas.