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Canyada se vuelca con su auto sacramental

El acto representó la adoración de los Reyes tras ilustrar la infancia de Jesús

El auto sacramental de los Reyes Magos de Canyada, el más antiguo de España, arrancó ayer con la representación de la infancia de Jesús: su nacimiento, la adoración de los pastores y la de los Reyes Magos. Sus Majestades entraron en el pequeño municipio con un gran boato en busca del lugar al que les dirigía la estrella para honrar con oro, incienso y mirra al pequeño infante, que sería el Rey del Mundo. El frío y el viento de la mañana de Reyes no deslució la magnífica llegada de los tres protagonistas, que venían a lomos de camellos desde el paraje «El Pinaret», donde se encontraron los tres monarcas.

Tampoco amilanó al público, que siguió con interés el transcurso de una historia, que a pesar de conocer, acompaña de forma itinerante a los actores por distintos enclaves del pueblo. Incluso alguno de los vecinos, que seguramente años antes ha interpretado el papel, lo recita en voz baja. Igualmente, fiel a la centenaria tradición, la población al completo se convirtió en un gran escenario. Cada uno de los rincones es un pedacito de Judea con el portal de Belén y el palacio de Herodes, en Jerusalén. Este último, hoy, será uno de los lugares protagonistas de la segunda parte del auto sacramental, que pondrá el broche de oro a las fiestas de Navidad. La representación estrena este año tres trajes de los actores principales. Herodes, el Ministro y Raquel visten por primera vez trajes en alguno de los cuadros del relato del Nacimiento y los primeros años de la infancia de Jesucristo, un relato escenificado que se celebra desde hace 251 años en el municipio del Alto Vinalopó.

La organización del evento, por parte del Patronato de Reyes Magos de Cañada, cuenta con la ayuda de toda la ciudadanía, que proporciona los 11 actores y casi 100 extras. Este último número varia dependiendo del año. La representación se inspira en una obra teatral de finales del siglo XVI que sigue el guión del libro «La Infancia de Jesu-Christo» del clérigo malagueño Gaspar Fernández de Ávila, cuyo argumento incluye la Venida y Adoración de los Reyes, la Huida a Egipto y el episodio de Herodes.

El primer día finaliza cuando, tras una ofrenda al Niño Dios, un ángel avisa a José y María sobre las verdaderas intenciones de Herodes y instándoles a huir a Egipto.

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