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Petrer

«Sanidad me negó la medicación contra el cáncer porque era muy cara»

Emilio Martínez no quiere que su caso se repita y anima a quien sufra estas «injusticias» a quejarse

«Sanidad me negó la medicación contra el cáncer porque era muy cara»

Emilio Martínez Riquelme es el enfermo de Petrer al que la Conselleria de Sanidad le ha denegado un novedoso medicamento para combatir el cáncer de próstata que le fue diagnosticado dos años atrás denegado. El caso de este paciente de 74 años ha saltado a la opinión pública después de que el Síndic de Greuges haya asumido su queja instando a la Conselleria de Sanidad a suministrarle, de forma urgente, el tratamiento con Abiraterona que le fue prescrito por el oncólogo y el urólogo del Hospital General Universitario de Elda que lo están atendiendo.

Emilio no busca culpables ni guarda rencor a pesar de que lo ha pasado francamente mal. Ha tenido que soportar fuertes dolores y acudir a Urgencias en muchas ocasiones esperando un medicamento que nunca llegaba. Sólo quiere denunciar una situación que considera «injusta» y que espera que «no le pase a nadie más porque casos como el mío -lamenta- hay muchos por desgracia».

Para él es un motivo económico el que llevó a la Conselleria de Sanidad a denegarle en varias ocasiones el tratamiento destinado a frenar el avance del cáncer que padece. La decisión la adoptó, concretamente, el Subcomité de Evaluación de Medicamentos de Alto Impacto, que es el órgano encargado de valorar las solicitudes de autorización de los tratamientos farmacológicos de alto impacto sanitario o económico.

«Las pastillas de Abiraterona son muy buenas pero muy caras, y en un momento de recortes la Administración buscó las excusas necesarias para rechazar todas las peticiones que realizaron los especialistas del Hospital de Elda», explicó ayer el afectado trasmitiendo su «gratitud» a todos los profesionales sanitarios que lo están atendiendo así como también al Síndic de Greuges y al personal del Servicio de Atención e Información al Paciente de Elda. «El trato que estoy recibiendo en la Unidad de Oncología y en el Hospital de Día es formidable. Yo estoy a favor de la Sanidad Pública pero creo que por encima de los criterios económicos está la salud de las personas. Eso es lo más importante y lo que en mi caso no se ha tenido en cuenta», añade con resignación. Una merma que hizo que su enfermedad avanzase de forma galopante hasta el extremo de ser necesario someterlo a quimioterapia dos meses después. Ahora ya lleva diez sesiones y, por tanto, ya no es eficaz suministrarle la medicación denegada. Entre otros motivos porque la Abiraterona se administra a los enfermos de cáncer de próstata para detener su avance unos años antes de la quimioterapia.

«El objetivo de todo esto es que no le pase a nadie más y animo a quienes sufran una situación parecida a quejarse ante la Administración porque realmente funciona», concluye Emilio Martínez.

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