La senda de los Reyes Magos del monte de Bolón se quedó por segundo año consecutivo sin antorchas, pero en esta ocasión por el viento y el alto riesgo de incendio forestal. Más de 600 personas -según datos de la organización- participaron en el tradicional acto que ilumina el sendero en esta noche mágica, pero como el pasado año, al atardecer volvieron a utilizar linternas frontales de leds para llenar de luz el camino de Sus Majestades de Oriente.

El Ayuntamiento esperó ayer hasta el último momento antes de decidir suprimir la utilización del fuego en el tradicional acto de la bajada de antorchas que se celebra en una zona forestal. Finalmente, al concejal de Fiestas, Eduardo Vicente, no le quedó más remedio que reconocer que la climatología había sido «más fuerte» que los esfuerzos municipales para conseguir recuperar la fórmula tradicional de antorchas.

«Los peores augurios se han hecho realidad». Así anunció ayer el edil socialista que el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana decretó Alerta 2 por fuerte viento, con riesgo alto de incendio forestal. Una previsión que ya se anunció el pasado lunes y que al filo de las 09.00 horas de ayer se hizo efectiva. Ante esta situación, el Ayuntamiento se abasteció de unas 300 antorchas leds, que repartió en el monte para todos aquellos que quisieron participar. Finalmente, la hilera de luces la crearon unos 600 eldenses que subieron al monte. Muchos de ellos aprovecharon las del pasado año para sumarse a la comitiva. Mientras, en el casco urbano, los niños y sus familias miraban hacía la senda y esperaban el inicio de la Cabalgata de Reyes. Quienes se inscribieron para ser los antorcheros, aunque sin teas, abrieron la marcha desde la cumbre y a ellos los vecinos que quisieron participar con luz artificial. El operativo y las medidas de seguridad, así como las restricciones plasmadas en el nuevo plan de quemas, que daba este año cobertura legal a la bajada de las antorchas con fuego, se mantuvo para la buena organización del acto, aunque se flexibilizaron muchas de las normas ante la ausencia de las teas.

En el operativo de seguridad participaron dos agentes medio ambientales, tres de la Policía Autonómica y dos locales. Asimismo estuvieron en la cumbre del monte Cruz Roja y voluntarios de Protección Civil. El concejal de Fiestas explicó que «el que no haya fuego no significa que la bajada está exenta de peligros también se pueden producir caídas como ya ha pasado otros años». La organización indicó que todo había transcurrido sin incidente alguno.