Una treintena de agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil protagonizaron durante la mañana de ayer un dispositivo nunca visto con anterioridad en el Alto y Medio Vinalopó. Por vez primera ambos Cuerpos de Seguridad del Estado se unían para llevar a cabo controles coordinados de carácter rutinario y de ámbito general en la comarca. Lo hicieron en dos localidades. Concretamente en Villena y Novelda, en cuyos accesos desde la autovía o desde las carreteras comarcales se desplegaron tres puntos de control simultáneos y aleatorios que suscitaron una gran expectación.

El fin de este inusual operativo era sumar efectivos y medios para cubrir un mayor radio de acción en el menor tiempo posible contribuyendo, así, a proporcionar una mayor seguridad a la ciudadanía mejorando la eficacia policial en la persecución y prevención de cualquier práctica delictiva.

La intervención se inició a las diez de la mañana y se prolongó durante casi tres horas, tiempo en el que los agentes realizaron decenas de registros de vehículos y comprobaron si los conductores y ocupantes de los mismos tenían causas pendientes con la Justicia, se encontraban con la documentación en regla o portaban armas, drogas, explosivos u objetos robados. De esta forma tanto los efectivos de la Policía Nacional como los de la Guardia Civil pudieron incautarse de pequeñas cantidades de drogas, levantaron actas por tenencia para consumo y localizaron a un ciudadano asiático que estaba residiendo ilegalmente en el país. Precisamente en los controles participaron funcionarios de las unidades de Extranjería de la Policía Nacional así como miembros del Servicio Cinológico de la Guardia Civil que utilizaron perros adiestrados.

La actuación comenzó en Villena y se desplazó a Novelda, siendo el sentir general de los ciudadanos parados en los controles «muy positivo» respecto a la unión de ambos Cuerpos para, de este modo, proporcionar a la actual sociedad una seguridad imprescindible para vivir en libertad.