Todos a una como Fuenteovejuna. Con este espíritu, más de 300 vecinos de Biar se apostaron frente a la casa de una anciana de 86 años, que en la misma mañana de ayer, iba a ser desahuciada por una entidad crediticia. Finalmente, las negociaciones entre el equipo de gobierno del Ayuntamiento, el cura párroco y el dueño de la financiera que llegó a Biar para desalojar la vivienda como propietario de ésta lograron paralizar el desalojo.

Cuando el alcalde, Julio Sanjuán, anunció que se había llegado a un principio de acuerdo, muchos de los vecinos allí congregados rompieron a llorar y abrazaron a Mª Angeles, que aguantó sentada en su silla en el portal hasta que llegaron los encargados de tirarla de la que había sido su casa familiar durante décadas. Mientras la anciana enjuagó las lágrimas de sus ojos en un pañuelo, sus vecinas le hicieron una tila para calmar sus nervios.

El alcalde, Julio Sanjuán, señaló que «hemos planteado que el ayuntamiento pague un alquiler social al prestamista para que esté garantizada su tranquilidad durante los años de vida que le restan». «Esta es nuestra intención. En las próximas semanas tendremos que ver al acuerdo que llegamos; qué puede pagar el Ayuntamiento; a qué cantidad puede hacer frente la anciana y si la cantidad propuesta le parece bien al ahora propietario» concluyó.

Desde hacía tiempo, concretamente la deuda tiene fecha de 2008, la situación se había ido fraguando poco a poco pasando, de un estadio a otro hasta que finalmente se dictó sentencia firme contra los inmuebles de Mª Angeles.

El alcalde relató que «cuando nos enteramos hablamos con Servicios Sociales y con la Policía Local y después nos dirigimos Servicios Sociales de Villena que tienen más experiencia en estos temas».

Finalmente con la complicidad de la Plataforma Antidesahucios (PAH) de Villena acudieron ayer mañana a los juzgados de Villena donde presentaron dos escritos. Pero, la jueza, narró Sanjuán «nos dijo que poco podía hacer ella porque la sentencia era firme». A través de whatssaps y del boca a boca, los vecinos de Biar se fueron convocando unos a otros para mostrar que el pueblo estaba junto a la anciana y tratar de abortar el desahucio.

Su hijo fue el que dio la voz de alarma el pasado viernes de que su madre perdía la casa ubicada en Cardenal Payá y que no tenía donde ir. Pero a pesar de las primeras negociaciones que realizó el Ayuntamiento el mismo día «ya no había tiempo de maniobra», comentó el concejal de Compromís e integrante del equipo de gobierno, Joan Lluis Escoda. Aunque se paralizó el desalojo de la vecina, el fiador tomó posesión de tres fincas y un local, que también eran de su propiedad.

Una vez conseguido el «final feliz», Escoda declaró que «hoy me he sentido muy orgulloso de ser de Biar porque los vecinos han demostrado que cumpliendo la legalidad podemos frenar situaciones tan injustas como la de hoy».

Por su parte, Sanjuán señaló «lo hemos hecho todo por la anciana porque es una buena vecina de Biar, que vive sola y era injusto que dejará la casa donde ha vivido».