El deterioro del pavimento de la calle Teniente Hernández Menor de Villena, conocida popularmente como calle Mayor, es un mal que se prolonga desde la remodelación de la vía, hace más de una década, sin que ningún gobierno municipal hasta la fecha haya tomado las riendas del problema y ofrecido una solución.
La remodelación de la calle se llevó a cabo con el fin de peatonalizarla y facilitar el flujo de visitantes entre dos de los monumentos más emblemáticos de la población, la iglesia Arciprestal de Santiago y la de Santa María. El objetivo era reactivar el casco antiguo e incrementar la vida en la calle más emblemática de esta zona de la población.
En este tiempo la vía sólo ha sido peatonal durante unos meses, a pesar de la ubicación de bolardos hidráulicos para controlar el tránsito de vehículos autorizados. Sin embargo, los bolardos no han funcionado por lo que transitan vehículos de todo tipo, incluso camiones, que han dañado el pavimento, al no soportar el peso de los mismos.
Una vez más, los vecinos de la zona han vuelto a manifestar el malestar por la situación en la que se encuentra la calle, ya que en varios de sus tramos el pavimento está roto o hundido, lo que ha provocado caídas, lesiones y malestar en los ciudadanos. Así, desde el pasado mes de septiembre, varias han sido las denuncias vecinales por lesiones provocadas por las caídas en una calle que se encuentra muy deteriorada.
El Partido Popular de Villena se ha sumado al malestar vecinal y ha demandado al gobierno de Los Verdes que adecue la calle a la mayor brevedad posible, «ya que por la misma discurren eventos muy importantes para la localidad como las fiestas de Moros y Cristianos, las fiestas del Medievo o el mercado de Navidad. La calle Mayor es un escaparate de la ciudad, donde transitan por ella numerosos turistas, al ubicarse en el centro histórico y ser el eje de unión entre las iglesias de Santa María y Santiago», afirmó la edil popular, Ana Más.
En mayo del año pasado, los comerciantes y vecinos de la zona llevaron a cabo una campaña de recogida de firmas solicitando al Ayuntamiento la ubicación en esta vía de un mercadillo los sábados, así como la total peatonalización del eje comercial. Los habitantes de la zona se quejaban que, a pesar de que el tripartito- Los Verdes, PSOE y VCD había manifestado su apoyo a peatonalizar la calle para impedir ruidos y humo y convertirse en un lugar de esparcimiento, «este objetivo no se ha cumplido en absoluto, puesto que no se puede andar con tranquilidad y los bares en la época estival no pueden sacar sus terrazas sin el temor de que ocurra algún accidente», denunció el colectivo hace un año. Más de doscientos cincuenta vecinos, y las asociaciones de El Rabal, San Antón y Las Cruces se sumaron a las peticiones del colectivo, pero hasta la fecha el equipo de gobierno no ha adoptado medidas.
