La concejalía de Seguridad Ciudadana de Novelda va a proporcionar durante las próximas semanas formación a un agente de la Policía Local para que obtenga la acreditación necesaria con la que poder pilotar el dron recientemente adquirido por el Ayuntamiento.

La aeronave se llama «Inspire 1» y va a ser empleada para realizar las tareas de vigilancia rural en las 1.000 hectáreas de superficie de uva de mesa del municipio. Pero los objetivos que persigue el concejal del área son mucho más ambiciosos.

Armando Esteve confía en que esta experiencia piloto «resulte un éxito» de manera que en un plazo máximo de tres años se pueda disponer en Novelda de una unidad específica de la Policía Local formada en el uso de esta nueva tecnología.

El concejal de Seguridad Ciudadana también pretende sentar las bases de un marco de colaboración entre los municipios limítrofes de la comarca del Medio Vinalopó para hacer una vigilancia común, mediante drones, de los cultivos, la red de caminos y las casas de campo.

Este servicio de vigilancia robotizado, que es pionero en la provincia tal y como este diario adelantó ayer, va a implantarse de forma inminente y se mantendrá hasta que en el próximo mes de enero finalice la recolección de la cosecha de uva de mesa embolsada.

El dron adquirido está provisto de cámaras térmicas y gafas de visión que permiten detectar personas y vehículos ocultos entre los viñedos.

Mayor facilidad y eficiencia

Con la incorporación de los «guardianes del cielo» los agentes podrán vigilar, con menos recursos humanos, materiales y una mayor facilidad y eficiencia, las más de 250 parcelas dedicadas al cultivo de la uva de mesa que hay repartidas en los 72 kilómetros cuadrados del término municipal.

Una amplia extensión de terreno que a vista de pájaro es mucho más fácil, rápido y cómodo de controlar. Máxime si a estas pequeñas naves se les dota de cámara térmica y gafas de visión como es el caso de la Policía Local de Novelda.