Un nuevo modelo de Elda como ciudad compacta que rechace los deseos expansivos del Plan General de Ordenación Urbana elaborado por el anterior gobierno del PP y, sobre todo, que actúe decididamente en la recuperación de los barrios y de la ciudad preexistente. Esa es la propuesta lanzada por un grupo de expertos entre los que figuran José Ramón Navarro Vera, catedrático de Urbanística de la Universidad de Alicante; Xavier Amat Montesinos, profesor de Geografía de la UA; Manuel Guill, arquitecto urbanista y exjefe del departamento de Urbanismo de Elda, y Gerardo Roger Fernández, el reputado técnico co-redactor de la legislación valenciana del suelo y de la ley del suelo estatal.

Todos ellos se reunieron en la Fundación Paurides de Elda y ofrecieron una «lección magistral» en un debate abierto a la ciudadanía y ante un auditorio muy participativo. Tras realizar un exhaustivo análisis sobre las carencias del Plan General, que ha sido recientemente expuesto al público por actual equipo de gobierno de PSOE-Compromís, los especialistas coincidieron en muchas de sus apreciaciones. Entre otras en la inadecuación de algunas de las directrices del nuevo PGOU «al no disponer de los fundamentos y estudios urbanísticos que las avalen», advirtieron varios de ellos.

Entre los asistentes a la mesa redonda se encontraban representantes de asociaciones vecinales, la concejala del área, Pilar Calpena, y Amado Navalón, el edil de Hacienda y Patrimonio. Ambos escucharon con atención las conclusiones de los expertos, que son partidarios de plantear un nuevo Plan General tras descartar, por completo, el realizado por los populares en sus ocho años de gobierno. Las carencias que presenta el modelo propuesto y su inviabilidad económica constituyen los dos pilares de su rechazo. En tal sentido consideran un error destinar un millón de metros cuadrados a suelo urbanizable cuando hay barrios, como Nueva Fraternidad, que tienen 700 viviendas vacías en la actualidad. Para ellos apostar por un modelo de ciudad disperso en lugar de hacerlo por un núcleo compacto es un contrasentido. Entre otros motivos porque supone un aumento del coste de los servicios en un municipio que, según los estudios demográficos, va a seguir perdiendo población en la próxima década. Y de todo ello se habló en el ciclo de tertulias-debate del centro Paurides, en un momento crucial para entender la complejidad de la capital del Medio Vinalopó y decidir sobre su futuro.