Las consecuencias de las pasadas lluvias todavía se dejan notar. En la mañana de ayer un coche aparcado en el solar existente frente a la Casa de Cultura, donde se encontraba la casa natal de Azorín y hoy aparcamiento, sufrió el desprendimiento de parte de la pared, causándole daños de consideración al caerle varios cascotes sobre el cristal y la parte delantera.