La construcción del consultorio médico auxiliar del barrio Virgen de la Cabeza de Elda, anunciada por el gobierno local del PP hace cuatro años y medio, ha aparecido incluida por primera vez en un Presupuesto de la Generalitat Valenciana. Ha sido el actual Consell, que está formado por PSOE y Compromís, el que le ha consignado al proyecto una primera inversión de 200.000 euros para el próximo año. Una cantidad que, previsiblemente, se destinará a acondicionar el solar donde se emplazará el futuro consultorio y a ejecutar las obras preliminares. Máxime teniendo en cuenta que el montante de la actuación alcanzaba el millón de euros y el proyecto ya había sido redactado.
Fue concretamente en mayo de 2011, a pocos días de las elecciones municipales y autonómicas, cuando la entonces concejala de Sanidad, la popular Remedios Yáñez, aseguró que la Conselleria había aprobado el proyecto y el plan funcional definitivo para el centro auxiliar Virgen de la Cabeza, que debía albergar las áreas de Medicina General, Pediatría, Enfermería y Urgencias. Sin embargo, el Consell de Alberto Fabra no destinó un solo euro a la actuación en sus cuatro años de mandato. Y ello a pesar de que el Ayuntamiento de Elda llegó a adquirir en 2011 la casa con patio, que da a cuatro calles del barrio Virgen de la Cabeza, para ser cedida a Sanidad con el fin de levantar sobre su amplio solar la nueva infraestructura sanitaria. Respecto a este proyecto hubo, incluso, un compromiso político del gobierno de Adela Pedrosa pero, al final, se impusieron los recortes en la Administración y el dinero de Valencia no llegó nunca a Elda. Así que el abandono terminó convirtiendo el inmueble en un basurero urbano de 725 metros cuadrados donde se acumulaban basuras, ratas, enseres y desechos industriales, y donde «yonkis» e indigentes encontraban cobijo.
El estado de insalubridad e inseguridad que ya presentaba el viejo edificio en 2013 llevó a los dirigentes municipales, atendiendo a los numerosos requerimientos de los vecinos, a tapiar las puertas y ventanas. Desde entonces el proyecto está dormido. Pero ahora, tras la asignación presupuestaria aprobada por el nuevo Consell, comienza a despertar.