Más de 25 quejas en tres meses han interpuesto los dueños de mascotas y las asociaciones animalistas contra los vecinos que esparcen en las aceras cercanas a sus casas un polvo amarillo, azufre, para evitar que los perros orinen en sus puertas. Es ilegal, pero ésta es una práctica que se sigue utilizando. Y a pesar de las advertencias por parte del Ayuntamiento para evitar este tipo de medidas, muchas veces no atienden a razones hartos de que los canes elijan sus portales.

Los intereses de los propietarios de perros y algunos vecinos se contraponen. Mientras unos no toleran el olor que provoca el orín o las heces, los otros ven como sus mascotas se pasan los días vomitando debido al veneno. En este sentido, la concejala de Salud, Alba García, señaló que «se ha informado a los propietarios de las viviendas, en cuyas fachadas se encuentra el azufre de la ilegalidad del procedimiento, y en el caso de que haya reincidencia se abrirá un expediente sancionador».

Por otra parte, la concejalía de Salud ha tramitado durante los últimos tres meses once expedientes de molestias por animales, la mayoría de ellas por ladridos de perros. También hay denuncias por llevar perros sueltos, sin bozal o por la presencia de animales en balcones. Por otra pate, hay registradas 11 peticiones de licencia para tener perros de razas catalogadas como peligrosas.

La concejala recordó que la ordenanza municipal establece que «las sanciones de molestias de animales al vecindario van desde los 30 euros a los 300 euros y el incumplimiento de la normativa en el caso de perros potencialmente peligrosos conlleva multas de hasta 2.400 euros». En el caso de que los animales ensucien la acera la multa es de 150 euros y si es en zona de juegos de niños con 601 euros.