Bolsas de basura apiladas en las papeleras y restos de las fiestas celebradas en los fines de semana y días festivos es el paisaje que se observa cada lunes en la plaza Castelar de Elda. Ante esta situación se suceden las quejas vecinales, que lamentan el estado de un espacio de urbano recién remodelado. Unas protestas que acusan a algunos de los usuarios de este parque de «incívicos» por dejar los restos en el parque.

La céntrica plaza es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y los fines de semana, uno de los lugares que toman jóvenes y familias para disfrutar de sus momentos de ocio. Sin embargo en estas jornadas, el parque soporta una buena acumulación de basuras que desborda las papeleras.

No sólo los alrededores de estos contenedores se llenan de bolsas de desperdicios, en el suelo quedan esparcidos platos de plástico con restos de comida mientras que las cajas de hamburguesas y las servilletas adornan el monumento de Emilio Castelar. Algunos jóvenes, a los que los vecinos tachan de «maleducados» e «irrespetuosos», compran en los establecimientos de alrededor de la plaza sus meriendas y se sientan en los bancos o en la base de la estatua a compartir el tiempo con sus amigos. «Hasta ahí todo bien» indica un vecino. Pero, lejos de recoger los envases cuando abandonan el parque, allí se quedan hasta que pasan los servicios de limpieza municipal. Así, los domingos los niños conviven con bolsas de basuras junto a los juegos infantiles.

La situación se solventa los lunes con el paso de los operarios de limpieza. Así, la Castelar retoma su buen aspecto. Pero el siguiente fin de semana, la situación se repite y el sucio paisaje afea este espacio urbano, uno de los emblemas de la ciudad zapatera.