La Guardia Civil considera «una prioridad dentro de las prioridades» preservar las explotaciones ganaderas y las cosechas más cotizadas de la provincia. Se trata de «blindar» la uva de mesa, la cereza, la sandía, la almendra, el níspero, los cítricos, las hortalizas y cualquier otro cultivo susceptible de ser sustraído y vendido en las inmediaciones de los mercadillos populares o en las carreteras y rotondas de las zonas de playa. Para ello la Comandancia de Alicante está poniendo en marcha planes especiales de seguridad destinados a frenar los robos de cada producto y en cada comarca durante su periodo de recolección.
Estos delitos se dispararon en el año 2011 como efecto de la crisis económica y cada año ocasionan importantes pérdidas en el sector primario, además de una creciente alarma entre los agricultores. Pues bien, para evitarlo y trasmitirles un mensaje de tranquilidad, la Benemérita ha comenzado a desplegar en las comarcas del Medio Vinalopó y Alacantí 150 agentes en un operativo destinado a proteger la preciada uva de mesa.
Precisamente, en el denominado Valle de las Uvas la acción del Equipo Roca ha permitido que de los 29.000 kilos robados el año pasado en fincas de Novelda, Monforte y Agost se haya pasado a 7.000 kilos en lo que va de campaña. El grupo que dirige el cabo Daniel Neila ha logrado detener a tres personas e imputar a una, esclarecer 14 hechos delictivos y recuperar 220 kilos de uva robada. Y en lo que a la cereza se refiere los agentes Roca de la Primera Compañía, cuya sede se halla en Sax y su ámbito de actuación cubre el 40% de la provincia, consiguieron resolver dos robos y recuperar toda la mercancía a principios de año. «También se realizan controles en los mercadillos y zonas de costa y de este modo podemos mejorar la eficacia en la lucha contra los delitos en las explotaciones agrícolas y ganaderas», puntualiza Raúl Valadés, el alférez comandante del Puesto Principal de Novelda.
A todo ella cabe añadir el decálogo de medidas de seguridad que la Guardia Civil ofrece al agricultor y ganadero. La colaboración es una pieza clave y por eso se les pide que comuniquen cualquier información sobre movimientos sospechosos de personas o vehículos, anotando incluso las matrículas. También se aconseja desde la Comandancia de Alicante que se cambie la rutina de trabajo en la explotación al menos una vez a la semana y, en la medida de lo posible, que se habiliten lugares de seguridad para la custodia del material agrícola y se instale o simule algún sistema de vigilancia. Es necesario también comprobar que las cerraduras de las ventanas y puertas están cerradas cuando se abandona la finca y nunca dejar nada de valor visible. Del mismo modo conviene anotar y guardar la numeración de la maquinaria o herramienta más valiosa, e incluso fotografiarla porque ese material puede ser luego muy útil en la investigación. Si la víctima está presente durante un robo la Guardia Civil desaconseja hacer frente a los intrusos porque el riesgo de salir mal parado es alto. Es mejor protegerse en un lugar seguro, llamar inmediatamente al 062 y no tocar nada hasta que llegue la patrulla y realice la inspección ocular.
Denunciar cualquier hecho delictivo, algo que las víctimas no siempre hacen, es fundamental. En este sentido se insiste en subrayar que una denuncia no formulada -la llamada «cifra negra» en el lenguaje policial- es una posibilidad más para el delincuente. Y para dar facilidades y evitar las molestias burocráticas, la Guardia Civil ha incorporado la denuncia en papel de tal modo que todas las patrullas pueden tomarle la denuncia al afectado a pie de campo. Una ventaja como la que ofrece Alertcops, que es otro servicio a disposición de los ciudadanos consistente en una aplicación móvil gratuita, disponible para iPhone y Android, que permite generar alertas de seguridad y enviarlas de inmediato a las Fuerzas de Seguridad del Estado.
