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Hondón de las Nieves

Oleada de robos en La Canalosa

Los vecinos aseguran vivir atemorizados y preocupados tras sufrir 40 asaltos desde mayo en establecimientos, viviendas y chalés

Vecinos mostrando las firmas y los destrozos ocasionados en un chalé y en un bar de la pedanía. CARLOS RODRÍGUEZ

Una oleada de robos tiene atemorizados desde hace cuatro meses a los 300 vecinos de La Canalosa, una tranquila pedanía de Hondón de las Nieves situada al amparo de la Peña de la Mina y en donde muchos ilicitanos y belgas han fijado su residencia.

Cuarenta robos aseguran haber sufrido los residentes de La Canalosa desde el pasado mes de mayo aunque las denuncias presentadas a la Guardia Civil no alcanzan la veintena. Tal es el grado de preocupación y zozobra en la que viven que algunos jóvenes han comenzado a realizar patrullas nocturnas en días alternos. Además, en apenas cuatro días se han recogido más de 100 firmas para exigir «medidas urgentes» al Ayuntamiento de Hondón de las Nieves, y también para denunciar la «sensación de desasosiego y abandono» que sienten por parte de las autoridades, «siendo cada vez mayor la indignación e impotencia generada por la falta de actuación», dicen.

Quieren más vigilancia por parte de la Guardia Civil y la Policía Local para acabar con un clima de inseguridad que no tiene precedentes en esta apacible aldea. «Llevamos cuatro meses en los que toda las semanas hay al menos un robo. Nos pasamos las noches intranquilos, estamos siempre en guardia ante cualquier ruido extraño o ante cualquier persona o vehículo desconocidos y con esta psicosis no se puede vivir. Así no se puede vivir», indicaron ayer María Ruiz y Teresa Cremades, las dueñas del mesón El Retiro que en la madrugada del pasado martes también fue objeto de otro asalto. Los ladrones burlaron la alarma y, tras arrancar de cuajo la reja de la ventana del cuarto de baño y retirar cuidadosamente los cristales, accedieron al interior. Se llevaron un robot de cocina nuevo y el dinero que había en la caja registradora, en el bote de las propinas y en una máquina de juegos infantiles. Unos 900 euros de dinero metálico en total. Y esa misma noche también entraron en una casa particular y sustrajeron herramientas y varios equipamientos completos de motorista.

A Fernando Molina le destrozaron la puerta de su casa de campo y la ventana de un cobertizo para quitarle la televisión y las cámaras de video y fotografía entre otros objetos de valor. Salió de casa y al volver veinte minutos después se encontró «todo destrozado». En la vivienda de Elena Botella también lo intentaron los ladrones el sábado. En este caso la alarma se activó y tuvieron que huir después de romper dos rejas. Lupe Blanco no tuvo tanta suerte. A ella le desvalijaron la casa a finales de junio cuando se encontraba de viaje. El botín ascendió a 10.000 euros en joyas y electrodomésticos y otros 12.000 euros en maquinaria y herramientas. Los autores también le quitaron el todoterreno para cargar la mercancía y al día siguiente apareció abandonado en la vecina localidad de Hondón de los Frailes. Tampoco el estanco de La Canalosa se ha librado de esta oleada de robos. Fue en la noche electoral y en este caso utilizaron un gato hidráulico de un coche, que forzaron previamente, para reventar la puerta y llevarse todo el tabaco. Pero uno de los aspectos que más preocupa a los vecinos es que se sienten vigilados por los ladrones. Sólo eso explicaría la comisión de los delitos siempre que no están en casa.

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