Elda inició ayer uno de los «días grandes» de sus Fiestas Mayores, dedicado a su patrona, la Virgen de la Salud, con una solemne misa en la iglesia de Santa Ana. A las 11 horas monseñor Carlos Mendiola iniciaba la liturgia, en la que realizó una sentida homilía sobre lo humano y lo divino de estas fechas tan especiales. Desde la plaza del Ayuntamiento y hasta la plaza Castelar, cerca de 3.000 eldenses recorrieron a través de las calles más importantes de la ciudad, seguidos muy de cerca por el olor a pólvora. Ropa cómoda, zapatillas, pañuelos azules, centenares de camisetas oficiales de la traca y multitud de paraguas para protegerse de los cartuchos fueron las prendas más utilizadas por los participantes. Y con ellas, ya estaban preparados para correr ante la traca.

La fiesta ya se notaba en el ambiente desde mucho antes de que comenzara el acto. Media hora antes, la calle Juan Carlos I estaba a rebosar de vecinos, muchos de ellos futuros corredores, y otros tantos, tan solo espectadores. Una vez finalizada la traca, a las 13.45 horas, la Plaza Mayor fue testigo de la suelta de varios globos aerostáticos, a los que simbólicamente, se les pedían deseos para estas fiestas. Un total de seis globos lanzados volaron por el cielo de la localidad hasta perderse de vista.

La meteorología respetó durante toda la mañana la celebración de los actos y la degustación del típico aperitivo del mezclaico para beber. La lluvia dio una tregua para que toda la jornada se desarrollara con normalidad. Aunque, eso sí, durante la suelta de globos en la Plaza Mayor, sí que llegaron a caer unas débiles gotas, que tan sólo amenazaron el acto.